Dionicio Calderón Oseguera fue sentenciado a un mínimo de 75 años de cárcel por abrir fuego contra varias personas dentro de un negocio de víveres en Long Island (NY), matando al dueño y a un cliente y dejando a dos heridos graves.
Dionicio Calderón Oseguera fue sentenciado a entre 75 años y cadena perpetua por abrir fuego contra varias personas dentro de un negocio de víveres en Long Island (NY), matando al dueño y a un cliente y dejando a dos heridos graves.
Calderón, de 65 años, fue sentenciado ayer en el Tribunal del Condado Suffolk tras ser hallado culpable en febrero por homicidio y otros cargos derivados del tiroteo dentro de la bodega hispana “La Vaquita” en la localidad Copiague en diciembre de 2020.
En su juicio Calderón subió al estrado y admitió haber disparado a las víctimas, pero dijo que lo habían amenazado. En el contrainterrogatorio testificó que había comprado la pistola ilegalmente en la calle y reconoció que nadie más en la tienda estaba armado, reseñó Daily Voice.
“Es difícil incluso comprender el terror que enfrentaron las víctimas en este caso cuando este acusado abrió fuego”, dijo el fiscal de distrito Raymond A. Tierney en un comunicado. “Ésta es una sentencia justa por los crímenes que cometió, y ahora el acusado tendrá que vivir con las consecuencias de sus acciones despiadadas mientras está en prisión el resto de su vida”.
Los fiscales dijeron que Calderón entró al negocio poco después de las 6 p.m. el 12 de diciembre de 2020. Después de beber por un rato, y sin previo aviso, sacó una pistola de 9 mm y comenzó a dispararle a varias personas.
La primera víctima fue Manuel Cruz Hernández, de 47 años, un cliente. Calderón le disparó varias veces en la cabeza y el cuerpo, matándolo. Luego apuntó con el arma al propietario de la tienda, Bolívar Rodríguez, de 61 años, y lo baleó una vez en la cabeza.
Según los investigadores, Calderón continuó disparando su arma e hirió a otros dos clientes: Daniel Acosta, de 40 años, quien recibió un disparo en el torso, y Juan Ávila Roque (30), baleado en el brazo izquierdo y el pecho. Ambos hombres pasaron casi dos semanas en el hospital.
Calderón fue arrestado horas después del tiroteo cuando intentaba salir de su casa, dijeron los fiscales. Según los informes, los oficiales le encontraron con dinero en efectivo, joyas y una maleta llena de ropa. Todavía llevaba la sudadera que tenía puesta durante los homicidios, que dio positivo por residuos de disparos.
Durante un registro posterior de su casa, la policía encontró escondida la pistola de 9 mm que se utilizó en los tiroteos.
En Nueva York el interior y los alrededores de las bodegas son con frecuencia escenas de crímenes, tanto robos como homicidios. NYPD ha alertado desde el año pasado por una creciente inseguridad en los negocios y bodegas incluyendo además ataques violentos a empleados y propietarios.
A principios de marzo un trabajador de 67 años de una tienda de víveres murió baleado durante un aparente robo anoche en el Upper East Side, considerada una zona “segura” en Manhattan. En febrero un hombre le disparó a su compañero de trabajo en la cabeza frente a un niño dentro de una bodega en Buffalo (NY) y luego se comió un bocado con calma y se sentó en una silla, informó la policía local.
En un comunicado reciente, el grupo de defensa Acción Colectiva para Proteger Nuestras Tiendas (Collective Action to Protect Our Stores, CAPS-NY), que representa a casi 4,000 establecimientos, incluidos supermercados y bodegas en el área metropolitana de Nueva York, ha dicho que los políticos deben hacer más para proteger a los dueños y trabajadores.
Muchos dueños han optado por reducir los horarios y colocar la mercancía bajo llave ante el alza en los robos en tiendas, farmacias y bodegas, incluyendo ataques mortales a empleados y clientes.
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