Una enmienda controversial (proyecto de ley) busca darle a los trabajadores del transporte público en Nueva York el derecho pleno a huelga, dos meses antes de que venza su contrato, y pone sobre la mesa la posibilidad de paralizar la ciudad.
«Ay dios mío. Me afectaría muchísimo… porque yo tengo que tomar en las mañanas el tren y el bus”, dijo la usuaria Miriam Tobón.
El proyecto presentado por la senadora estatal por Queens, Jessica Ramos, a nombre del sindicato que los representa, alegando que sería una herramienta muy necesaria para negociar mejores salarios.
Tobón calcula que tiene que pagar unos cien dólares semanales en taxi de no tener un bus o un tren para transportarse. Prefiere no pensar en la amenaza pero dice reconocer la necesidad de los que trabajan.
“Afectaría, pero pues… tienen todo el derecho”, agregó Tobón.
La ley estatal Taylor limita el derecho constitucional de los trabajadores del transporte público a irse a la huelga, a cambio de protecciones contractuales.
Ramos busca eliminar dicha restricción para los trabajadores del metro y los autobuses, e igualarlos con los de Metro North y el Long Island Railroad que se rigen por la ley federal.
Ante la polémica, NY1 Noticias intentó hablar en cámara con la senadora, pero no estuvo disponible.
En declaración escrita dijo: “Este ajuste dará como resultado un contrato sólido para los trabajadores, lo que a su vez significará un mejor servicio para los neoyorquinos”.
“Le damos el derecho a las personas pues de hacer su huelga pero que no afecta el transporte público”, dijo el usuario Jimmy Castro.
“Que no, que no lo hagan. No lo paralicen. Sino cómo trabajamos. Cómo hacemos para circular», dijo por su parte Elizabeth Castro.
La última huelga de tránsito fue en 2005. Derivó en una multa de 2 y medio millones de dólares para el sindicato y cárcel para su líder.
La propuesta de Ramos y el sindicato estipula que un paro no sería ilegal si cualquiera de las partes rechaza el arbitraje e intervención de la gobernadora sin lograr solución.
Los trabajadores de tránsito, el sindicato y la senadora Jessica Ramos dicen que buscan el derecho pleno a la huelga, para obligar a negociar “en buena fe”.
