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Reuters
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Japón dijo el miércoles que planea ofrecer a las naciones amigas asistencia financiera para ayudarlas a reforzar sus defensas, marcando la primera salida inequívoca de Tokio de las reglas que prohíben el uso de la ayuda internacional con fines militares.
La Asistencia para la Seguridad en el Extranjero (OSA) de Japón se operará por separado del programa de Asistencia para el Desarrollo en el Extranjero (ODA) que durante décadas ha financiado carreteras, represas y otros proyectos de infraestructura civil, dijo el secretario jefe del gabinete, Hirokazu Matsuno, en una conferencia de prensa regular.
La ayuda no se utilizará para comprar armas letales que los países receptores puedan usar en conflictos con otras naciones de acuerdo con los tres principios que rigen las exportaciones de armas, agregó Matsuno.
La decisión de ampliar el alcance de la ayuda internacional a proyectos relacionados con el ejército sigue al anuncio de Japón en diciembre de una acumulación militar que duplicará el gasto en defensa dentro de cinco años, ya que busca contrarrestar el creciente poderío militar de China en Asia.
Los primeros destinatarios de esa ayuda de seguridad probablemente serán Filipinas, que quiere radares para monitorear la actividad china en el disputado Mar de China Meridional, junto con Malasia, Bangladesh y Fiji, informó el lunes el periódico Yomiuri.