Se trata de un proyecto para construir un nuevo patio para esta escuela de Inwood, adaptado a los peligros del cambio climático.
“Now we have the tracks in the middle”, Ya tenemos las pistas de atletismo en el centro, asegura uno de los estudiantes, asegura el estudiante de octavo grado, Andrew Servin.
Y estos estudiantes tienen una tarea importante.
“El agua se va para dentro, no se va para abajo, se queda dentro. Vamos a poner algo para que el agua se vaya para abajo”, añade la estudiante de sexto grado, Brenda Carino.
Con la ayuda de los expertos de Trust for Public Land.. “ese campo de césped está capturando las aguas pluviales”. (“En este campo de césped se están captando las aguas pluviales”), nos comenta Jennifer Nitzky.
Estos alumnos de escuela media y secundaria están tomando las decisiones sobre cómo debe ser el nuevo espacio.
“Me gustaría que tengamos más árboles para que podamos tener un área que no esté tan caliente”, agrega Servin.
Desde el año 96, el Trust for Public Land ha diseñado y construido 225 patios de recreo en los cinco condados.
“El mejor parque se hace con la gente que va a usar el parque. En esta situación son los estudiantes que van a usar el patio de recreo de la escuela”, asegura la maestra Maddalena Polletta.
Uno de esos patios lo encontramos aquí, en la escuela 184M de Chinatown.
Construido después del huracán Sandy, su terreno de juego absorbe anualmente 1.3 millones de galones de agua de lluvia.
Y eso no es todo.
Esta palapa, nos cuenta el director Jeremy Kabinoff, filtra el agua y la desvía hacia el río.
Trust for Public Land busca escuelas en zonas de bajos ingresos, y los patios renovados permanecerán abiertos fuera del horario escolar para que todos los niños los disfruten.
“Este proyecto le da una manera de efectuar un cambio en su barrio, de efectuar un cambio que puede ayudar con los efectos del cambio climático”, continúa diciendo Polletta.
Financiados con fondos públicos y privados, estos patios cuestan una media de un millón ochocientos mil dólares.