Ocho exmilitares del Ejército colombiano admitieron ayer en una audiencia pública su participación en el asesinato y la desaparición forzada de 49 personas que fueron presentadas como «falsos positivos» entre 2002 y 2006, en el departamento de Antioquia, al noroeste del país.
Ante la Jurisdicción Especial para la Paz, el excoronel Edie Pinzón Turcios confesó que su modus operandi consistía en «asesinar personas vulnerables, estigmatizadas y señaladas de guerrilleros».
Los «falsos positivos» fueron ejecuciones de civiles por parte de miembros del Ejército que luego fueron presentados como guerrilleros muertos en combate para recibir recompensas o beneficios.
Para el ministro de Defensa, estas confesiones ayudan en el proceso de encontrar la paz.
Iván Velázquez, ministro de Defensa dice: «Yo creo que es una experiencia muy positiva, creo que puede contribuir mucho, no solo en el proceso de verdad que es tan importante, sino de reconciliación».
Según la Jurisdicción Especial para la Paz, al menos 6.402 jóvenes inocentes fueron engañados y ejecutados por miembros del Ejército para mejorar las estadísticas de lucha contra la guerrilla.
