Mauricio Diazgranados, director del departamento de investigación del Jardín Botánico de Nueva York indica:
“Por ejemplo, ahí puedo ver los tricomas, de las valvas externas de los sépalos…”
Aunque es difícil de entender el lenguaje científico, para el Doctor Mauricio Diazgranados, es el pan de cada día.
Tras el estereoscopio, el botánico colombiano analiza las muestras de plantas que en muchos de los casos tienen cientos de años, y que están cuidadosamente archivados en el herbario del jardín Botánico de NY.
“Esta es nuestra colección científica de referencias, las usamos para comparar las especies, y aquí en el Jardín Botánico de NY tenemos ocho millones de especímenes, láminas como estas, muchas son muy antiguas, pueden tener 200 o 300 años”, dice.
El doctor Diazgranados es el primer director científico latinoamericano del Jardín Botánico de Nueva York en El Bronx. Y que lidera un programa científico para investigar los rasgos funcionales de las plantas y cómo utilizarlas para luchar en contra del cambio climático.
“Este es el laboratorio de botánica estructural, Aquí es donde analizamos tejidos podemos hacer cortes para mirar, para hacer placas de este tipo y mirar detalles de la morfología, de las plantas de las hojas, de las piezas florales, demos también estudiar fósiles. Entonces conocer la historia evolutiva de las plantas a partir de su ADN fundamental porque nos permite contribuciones presentes a la humanidad y sus posibles consecuencias en el futuro”, agrega el científico.
El Dr. Diazgranados ha dirigido el Jardín Botánico de su natal Bogotá, luego en el real jardín botánico de Kew, y creó un programa para Colombia donde publicó una lista mundial de plantas y hongos útiles. Con orgullo nos muestra sus dos libros.
Es hasta ahora el libro más completo que existe sobre las plantas útiles de Colombia, tiene incluso las imágenes de 500 especies útiles de Colombia.
Entre los especímenes del herbario se encuentran hojas de frailejones que el Dr. Diazgranados recogió cuando era un joven investigador.
“Me volví un especialista de los frailejones también y sigo liderando la investigación para comprender la importancia de este ecosistema para el bienestar de todas las comunidades que dependen de ellos”, asegura
Comunidades de los páramos latinoamericanos, y donde comenzó su amor por la naturaleza, de adolescente y completamente solo se quedó 4 días [en la montaña]…hasta que un grupo de comuneros lo ayudaron a salir.
“Yo entonces estuve acampando aquí en la desembocadura de esta laguna, que es la laguna sagrada de Tsiecha, en el parque natural de Chingaza y fue mi primer acercamiento al ecosistema de los páramos”, recuerda el doctor.