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El gobierno español ha sufrido un revés en sus intentos de destituir al asediado jefe del fútbol. luis rubiales de su publicación sobre el beso no deseado que le dio a la estrella española Jennifer Hermoso.
El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) de España acordó el viernes abrir un caso contra Rubiales, pero rechazó el argumento del gobierno de que sus faltas fueron «muy graves», impidiendo su suspensión inmediata y obligando a los ministros a pedir al tribunal que lo hiciera en su lugar.
El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, afirmó este viernes en rueda de prensa que presentará una denuncia aparte al TAD y solicitará la destitución de Rubiales de su cargo hasta que se resuelva la investigación.
Este hecho se produce mientras la presión continúa aumentando sobre Rubiales desde que le dio un beso no deseado a Hermoso después de que España ganara el campeonato. Copa Mundial Femenina el 20 de agosto.
Rubiales fue suspendido el sábado por la FIFA, el organismo rector mundial del fútbol, de todas las actividades relacionadas con el fútbol durante 90 días, aunque eventualmente también podría enfrentar una suspensión por parte del Consejo Superior de Deportes (CSD) del gobierno.
Un comunicado del gobierno emitido el martes dijo que Rubiales mostró un «comportamiento inaceptable» en la final de la Copa del Mundo y calificó sus acciones como violaciones «muy graves» de la Ley del Deporte del país, algo que ahora TAD ha rechazado.
A principios de esta semana, los 19 presidentes regionales de la federación española pidieron la renuncia de Rubiales y al mismo tiempo ofrecieron apoyo unánime al presidente interino Pedro Rocha, quien asumió el cargo luego de la suspensión de Rubiales por parte de la FIFA.
Rubiales ha admitido que cometió un error al besar a Hermoso pero ha afirmado que el acto fue consensual.

Hermoso dice que no dio permiso para que la besaran y se sintió violada por el accionar de Rubiales.
En un comunicado el viernes pasado, la campeona de fútbol dijo que en ningún momento consintió en un beso, escribiendo en las redes sociales: “Me sentí vulnerable y víctima de un acto impulsivo, sexista, fuera de lugar, sin ningún consentimiento en mi parte.»
Hermoso también afirmó que la explicación del presidente de la RFEF sobre el incidente era “categóricamente” falsa y añadió: “Quiero reiterar como lo hice antes que no me gustó este incidente”.
La presión sobre Rubiales para que renuncie a su puesto como presidente de la RFEF sólo se ha intensificado desde que se negó dramáticamente a hacerlo durante un discurso en la Asamblea General Extraordinaria de la federación el viernes pasado, prometiendo “luchar hasta el final”.
Durante el discurso, Rubiales calificó el beso de “mutuo” y habló de campañas “injustas” y de “falso feminismo”.
Dijo enfáticamente: «No dimitiré» varias veces durante el discurso de casi 30 minutos.