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El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, alegó el viernes que grupos poderosos dentro del sistema de justicia del país que se oponen a su victoria en la segunda vuelta presidencial del 20 de agosto están involucrados en un “golpe de estado en curso”.
Arévalo dijo durante una conferencia de prensa que los grupos, que según dijo estaban encabezados por el Fiscal General del país, intentaban romper el orden constitucional y violar la democracia.
“Estas acciones constituyen un golpe de Estado promovido por las instituciones que deben garantizar la justicia en nuestro país, encabezadas por la Fiscal General Consuelo Porras”, afirmó.
El Ministerio Público está investigando denuncias de que Movimiento Semilla –el partido de Arévalo– utilizó firmas falsificadas cuando buscaba autorización como partido político.
Semilla ha negado las acusaciones y acusa a las autoridades de intentar mantener a Arévalo fuera del poder.
Tras las declaraciones de Arévalo, el Ministerio Público dijo a CNN que es “respetuoso de la opinión de todos los ciudadanos” y dijo que su función es investigar lo sucedido.
Previo a las elecciones presidenciales, el Ministerio Público dijo que su intención no era descalificar a ningún candidato, sino que sólo buscaba cumplir con la ley.
Arévalo dijo que su partido ha presentado varios recursos para hacer valer su derecho a gobernar Guatemala durante los próximos cuatro años y exigir que se respete el resultado electoral.
La personería jurídica del partido Movimiento Semilla fue cancelada provisionalmente el lunes por el Registro Ciudadano -dependiente del Tribunal Supremo Electoral-, apenas horas antes de que los magistrados de ese mismo tribunal oficializaran la victoria del partido en la segunda vuelta.
Mientras tanto, el miércoles la Mesa Directiva del Congreso declaró independientes a los diputados actuales y electos bajo la bandera de Semilla.
Esto les impedirá integrar la Junta Directiva, comisiones de trabajo y representar a Guatemala en el exterior.
