Washington DC
cnn
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Las ventas pendientes de viviendas en Estados Unidos cayeron un 7,1% en agosto con respecto al mes anterior, ya que las tasas hipotecarias aumentaron más del 7% en agosto a niveles no vistos en 20 años.
Las ventas pendientes habían aumentado los dos meses anteriores, a pesar de los precios elevados y las tasas hipotecarias más altas, según un informe publicado el jueves por la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios. Pero las tasas que superaron el 7% en agosto rompieron esa racha.
El índice de ventas pendientes, un indicador prospectivo basado en contratos firmados para comprar una casa en lugar de las ventas finales que se contabilizan en las ventas de viviendas usadas, estuvo muy por debajo de las expectativas de los analistas de una caída en las ventas de menos del 1%.
Las cuatro regiones de EE. UU. registraron pérdidas mensuales y caídas interanuales en las transacciones.
Las transacciones pendientes bajaron un 18,7% desde agosto de 2022, cuando las tasas hipotecarias semanales promedio oscilaron entre el 4,99% y el 5,5%.
«Algunos posibles compradores de vivienda están haciendo una pausa y reajustando sus expectativas sobre la ubicación y el tipo de vivienda para que se ajuste mejor a sus presupuestos», dijo Lawrence Yun, economista jefe de la NAR. «Está claro que un mayor inventario de viviendas y mejores tasas de interés son esenciales para reactivar el mercado inmobiliario».
La pronunciada caída de las ventas pendientes en agosto, tras los informes de ventas más lentas de viviendas nuevas y existentes a finales del verano, sugiere que el mercado se está enfriando, dijo Lisa Sturtevant, economista jefe de Bright Multiple Listing Service.
En general, dijo, las ventas totales de viviendas este año podrían estar por debajo de los 4,2 millones; ese sería el nivel más bajo desde 2010.
Con tasas hipotecarias cercanas y superiores al 7% durante todo agosto, el poder adquisitivo de los compradores quedó aplastado y, para muchos, los cálculos para comprar una casa simplemente no funcionaron.
“A una tasa hipotecaria del 7%, un comprador de vivienda necesitaría un ingreso de más de $125,000 para calificar para un préstamo para comprar una casa de $400,000”, dijo Sturtevant.
Agosto puede haber sido el principio del fin de este resistente mercado inmobiliario, al menos por un tiempo, añadió.
«Los compradores están alcanzando límites máximos de asequibilidad, lo que hace que algunos de ellos se queden fuera del mercado», dijo Sturtevant. “Para otros, las tasas hipotecarias más altas y la incertidumbre económica general simplemente los están volviendo más cautelosos. De cualquier manera, se espera que el número de transacciones de venta de viviendas este otoño sea el más bajo en una década”.
