tesla se encuentra nuevamente en el ojo del huracán. Esto se debe a su segundo retiro de vehículos en Estados Unidos por un problema que se ha detectado-en tan solo dos semanas-. Esta vez, la compañía está llamando a revisión a 120.423 coches de las gamas Modelo S y Modelo X fabricado entre 2021 y 2023. Te contamos qué está pasando.
La decisión se debe a un problema que afecta a las puertas de la cabina, ya que estas podrían desbloquearse durante un accidente. Según la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés), esto aumenta el riesgo de posibles riesgos adicionales y, por extensión, también significa que los vehículos de tesla no cumple con una regulación federal de seguridad.
Una medida de impacto para Tesla
Tesla ha respondido con celeridad al lanzar una actualización gratuita a través de la tecnología over-the-air (OTA) para resolver el problema, y se espera que las cartas de notificación a los propietarios se envíen en febrero. Por lo tanto, la reacción ha sido muy positiva por parte del fabricante, lo que son buenas noticias.
Este nuevo llamado a revisión sigue a la acción tomada a principios de mes, cuando Tesla retiró más de dos millones de vehículos eléctricos (EV) en Estados Unidos debido a Precauciones de seguridad relacionadas con su sistema Autopilot.. La compañía implementó, también, una actualización gratuita a través de OTA con funciones destinadas a garantizar que los conductores presten atención mientras utilizan el sistema – después de que un regulador federal viera preocupaciones por cuestiones de seguridad-.
Es evidente que Tesla está adoptando un enfoque proactivo para abordar cualquier problema potencial de seguridad en sus vehículos, especialmente con la rápida implementación de actualizaciones inalámbricas. Sin embargo, estos repetidos llamamientos a revisión plantean preguntas sobre la calidad del control de calidad y la seguridad en el diseño de los vehículos eléctricos de la compañía.
Preocupaciones que son lógicas
Esta serie de retiros de vehículos no solo afecta la reputación de Tesla, sino que también plantea preocupaciones legítimas sobre la seguridad de los propietarios y la eficacia de las medidas correctivas implementadas. Los propietarios de los Model S y Model X afectados (por ahora únicamente en EEUU por lo que se conoce) estarán atentos a la actualización ya las cartas de notificación, esperando que estas medidas resuelvan los problemas de seguridad y restauren la confianza en la marca.
La está ahora atención en cómo abordará Tesla estas situaciones de llamados a revisión, y cómo afectarán a la percepción del público sobre la seguridad de los vehículos eléctricos de la compañía.