Ned Benson, quien escribió y dirigió “The Greatest Hits”, ha explorado este territorio antes. Su trabajo anterior, “La desaparición de Eleanor Rigby”, era una trilogía compuesta por dos películas que exploraban la relación tumultuosa y desconsolada de una pareja desde cada una de sus perspectivas individuales, y una tercera que las combinaba. (Como sugiere el título, la música también era parte de la historia). Esa película se sintió personal, al igual que ésta. Evoca seriamente la forma en que el dolor nos atasca en la memoria, haciéndonos sentir como si nuestras líneas de tiempo personales se deslizaran y giraran, eternamente detenidas en el pasado. Avanzar parece imposible.
Pero “The Greatest Hits” carece de la imaginación de “Eleanor Rigby” y, por momentos, parece que pertenece al género equivocado. Es fácil imaginar una versión de comedia romántica de esta película, ya que todos los elementos están ahí: la ubicación moderna (principalmente los barrios Silver Lake y Los Feliz de Los Ángeles), el encuentro lindo, el mejor amigo queer (un pilar del género, para bien o para mal), las cajas de discos de vinilo, el anhelo, los chicos guapos, incluso la química. Pero esta película carece de la ligereza y el humor de una comedia romántica, lo que podría equilibrar todos los momentos tristes y hacerla más fácil de ver. La versión que existe parece más adecuada para adolescentes enamorados que acaban de romper por primera vez que para adultos que atraviesan una pérdida y un dolor profundos, más familiarizados con las formas en que la vida no puede detenerse cuando ocurre una tragedia.
“The Greatest Hits” avanza lenta y repetitivamente, lo que no tiene por qué ser un problema: la suavidad del ritmo y la narración le da al elenco espacio para respirar y reaccionar entre sí, para construir relaciones que se sientan razonablemente auténticas. De manera similar, las opciones musicales (que están en todo el mapa tanto en género como en época) son divertidas y frescas, y carecen de la calidad directa que una película con opciones más impactantes podría haber provocado. Pero a medida que avanza, la película comienza a sentirse atrapada en su propia presunción de alto concepto sin espacio para desarrollarla más. ¿Hay alguna razón por la que la única música que desencadena el viaje en el tiempo para Harriet esté relacionada con Max? ¿Hay melodías que la devuelven a tiempos que prefiere no recordar? ¿Por qué es importante recordar que ella fue productora musical?
Hay una película interesante bailando al margen de “The Greatest Hits”, pero hay demasiado sentimentalismo y poca reflexión, y eso es una lástima. Para el público que busca un buen llanto, aún puede funcionar. Pero para aquellos de nosotros para quienes la experiencia de viajar en el tiempo impulsada por la música sigue siendo metafórica, es un consuelo frío, una fantasía sin esperanza de realización.
Los grandes éxitos
Clasificado PG-13 por algo de lenguaje e insinuaciones, además de conversaciones sobre la muerte y el dolor. Duración: 1 hora 34 minutos. Míralo en Hulu.
