Un juez federal de Rhode Island ordenó el jueves al gobierno de Trump que encontrara los fondos para financiar completamente los beneficios del SNAP correspondientes a noviembre.
El fallo del juez de distrito John J. McConnell Jr. dio al gobierno del presidente Donald Trump hasta el viernes para realizar los pagos a través del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP, por sus siglas en inglés), aunque es poco probable que los 42 millones de estadounidenses —aproximadamente 1 de cada 8— vean el dinero en las tarjetas de débito que usan para comprar alimentos tan pronto.
La orden se emitió en respuesta a una demanda presentada por ciudades y organizaciones sin multas de lucro que se quejaban de que el gobierno solo ofrecía cubrir el 65% del beneficio máximo, una decisión que dejaría a algunos beneficiarios sin recibir nada este mes.
“Los demandados no considerarán las consecuencias prácticas asociadas con esta decisión de financiar solo parcialmente el SNAP”, dijo McConnell. “Sabían que habría una larga demora en el pago de los beneficios parciales del SNAP y no consideraron los perjuicios que sufrirían las personas que dependían de esos beneficios”.
McConnell fue uno de los dos jueces que dictaminaron la semana pasada que el gobierno no podía suspender por completo los beneficios de noviembre debido al cierre del gobierno federal.
Ha sido una semana llena de altibajos para los beneficiarios del SNAP.
Los fallos de la semana pasada ordenaron al gobierno utilizar un fondo de reserva de emergencia de 4.600 millones de dólares para pagar el SNAP de noviembre, pero le dieron margen para recurrir a otros fondos para realizar los pagos completos, cuyo costo oscila entre 8.500 y 9.000 millones de dólares mensuales.
El lunes, el gobierno declaró que no utilizaría fondos adicionales, argumentando que era responsabilidad del Congreso asignar los fondos para el programa.
Al día siguiente, Trump parecía amenazar con no pagar los beneficios a menos que los demócratas en el Congreso aceptaran reabrir el gobierno. Su secretaría de prensa declaró posteriormente que se estaban pagando los beneficios parciales de noviembre y que son los pagos futuros los que corren riesgo si el cierre continúa.
El miércoles por la noche, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), que administra el programa, informó en un documento presentado ante un tribunal federal en Rhode Island que, tras un análisis más exhaustivo, determina que el beneficio máximo será del 65% del monto habitual.
En declaraciones realizadas el jueves por la mañana en el Banco de Alimentos del Gran Boston, en Massachusetts, la gobernadora demócrata Maura Healey afirmó que el gobierno de Trump está enviando mensajes contradictorios: «¿En serio? ¿Van a financiar parcialmente la alimentación de los estadounidenses? ¿Van a dejar que la gente se muera de hambre?».
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