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lunes, diciembre 23, 2024

White Sox derrota a los Yankees en el Field of Dreams



Cuando «Campo de sueños» fue lanzada en 1989 Phil Alden Robinson, director del filme, no pensaba las profundas implicaciones que debería el largometraje en el béisbol. Treinta y dos años después, las Mayores se presentó en Iowa para destacar el legado de la película en el deporte ─de paso, es la primera ocasión que un partido de MLB se disputa en el estado del medio oeste americano.

Haciendo honor a la ocasión, Yankees y calcetín blanco, los equipos seleccionados para el primer compromiso en el «Campo de los Sueños», dieron un espectáculo que por algunos pasajesía superar la imaginación del guionista más fecundo de Hollywood.

Para hacer más emotiva la ocasión, el equipo donde «Shoeless» Joe Jackson se ganó un lugar en la infamia se alzó con la victoria por marcador de 9-8 sobre el «Imperio del Mal».

En el béisbol no hay acción que se acerque más al clímax de un filme que un cuadrangular. Bajo esa premisa, la novena de Chicago inauguró el marcador con la parafernalia propia de un estudio cinematográfico cuando el vigente MVP de la Liga Americana, José Abreu, conectó un «bambinazo» solitario.

Pero en la «Gran Manzana» saben una o dos cosas de cómo protagonizar un largometraje y tras tres entradas de letargo, Aaron Judge impartió justicia con su madero, mandó la pelota a las plantaciones de maíz y se llevó por delante a DJ LeMahieu y Brett Gardner.

Ese arranque frenético impensado en un guion se extendió en ese mismo rollo, el tercero, con un rally de cuatro carreras que comenzó con un doblete de Tim Anderson y se materializó (no podía ser de otra manera) con un batazo panorámico de dos carreras cortesía de Eloy Jiménez.

El elenco de los White Sox mantuvo la presión ofensiva y un capítulo después acrecentó su ventaja con otro cuadrangular (Seby Zavala para la calle).

No obstante, el inicio desenfrenado súbitamente paró y el juego cayó en un tramité apaciguado solo interrumpido en el cierre del segundo tercio por un cuadrangular de Brett Gardner.

Y en el ocaso del cotejo, cuando la película prometía ser un éxito taquillero que quedaba a deber en su parte finayo, los Yankees, esa organización que siempre tiene un rol protagónico, ese club amado por uno, odiado por otros, reafirmaron que esto era una fiesta en honor al «Field of Dreams» con el plot twist final.

Juez, quien fue la estrella más brillante de los «Mulos de Manhattan», resistió todos los embates de Liam Hendriks y castigó al australiano con ¡¿otro ?! carrera (Tyler Wade embasado). La voltereta se concretó cuando Giancarlo Stanton repitió la dosis del «Juez» con el séptimo palo de vuelta entera de una histórica noche.

En Hollywood se ha hecho una norma que en los momentos de mayor urgencia Nueva York siempre sale airoso. Empero, los White Sox demostraron que a veces la realidad es muy diferente al cine cuando Tim Anderson dejó tendido a los Yankees con el home run final de la noche.

La pantalla del cine se fundió en negro. El público aplaudió. Un show para la posteridad concluyó.



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