Antes de iniciar con el proceso de fabricar broches, la propietaria de SulBrooch evaluó la importancia de llevarlos. Y, para poner en contexto el motivo tras la creación de este accesorio, trajo a colación a Madeleine Albright, la primera mujer en la historia de los Estados Unidos en dirigir la diplomacia durante el mandato de Bill Clinton, en 1997.
La funcionaria utilizó, en cada uno de sus discursos, un broche, porque para ella este complemento era una eficaz herramienta de comunicación silenciosa. De esta misma forma piensa Lusverlyn Arias.
Desde niña confeccionaba pulseras y collares para venderlos, pero fue muchos años después, en el 2019, buscando reconectar con su lado creativo, que sintió la necesidad de volver a crear.
“Soy una amante del trabajo hecho a mano. En aquel momento, hice un curso de fabricación de broches bordados y me enamoré de la técnica. Ya para noviembre del mismo año nació SulBrooch”, cuenta Lusverlyn.
¿Por qué broches? Estos accesorios cuentan historias. Además, confeccionar obras de arte con sus manos es alejarse de la industrialización, de la moda rápida y no sostenible.
“Para mí, hacer broches es desconectarme de las pantallas para entretenerme con los fieltros, mostacillas, cristales e hilos, y entrar a mi mundo creativo. Es así mismo como dice la palabra: ‘el arte sana’”, explica.
Su primer intento de broche fue una piña, pero tenía muchas imperfecciones. Aún así, siguió practicando y probando materiales nuevos. De esta forma, fue mejorando cada día. “Si me hubiera quedado con aquel sentimiento de fracaso, decepción y tristeza, siendo sincera, no tendría a SulBrooch”.
Asimismo, cuenta que el primer prendedor que elaboró con el rostro de un personaje histórico fue el de Frida Kahlo, su historia e ideologías feministas, además de sus colores, le sirvieron de motivación.
La naturaleza es su fuente de inspiración, procurando resaltar los colores del Caribe. Su proceso de fabricación se inicia con el diseño y el patrón de la fruta, flor, objeto o personaje que desee el cliente. Luego sigue la selección de los materiales para bordar las mostacillas, cristales y piedras. Después, se ensambla la pieza bordada con la parte de atrás para hacer todo el borde del broche. Dependiendo de la pieza, el resultado puede tardar entre dos y cuatro horas.
Sus prendedores favoritos para elaborar son las flores y mariposas. Ambas le dan la facilidad de jugar con los colores y reinventar nuevos matices de la naturaleza para crear sus propias versiones.
En el 2021, Lusverlyn decidió diversificar la marca. Así que, junto con un artesano de su comunidad, surgió Aredam: broches de flores y mariposas en caoba, pintados a mano.
La artesana enumera tres razones por las que debes usar un broche
– Es una pieza que representa tu esencia y comunica un mensaje.
– Convierte una prenda básica en una con personalidad.
– Es versátil. Puedes usarlo en camisas, chaquetas, vestidos, bolsos de tela y sombreros.