Santo Domingo, D.N.
La risa, la expectación y la emoción que se sintió en el público infantil ante la puesta en escena del musical “La Cenicienta” marcaron con un sello de oro la producción, que reunió a un exquisito y experimentado elenco de actores y actrices.
La mágica historia de la harapienta niña que es rescatada de los abusos de su madrastras y hermanastras, por su hada madrina y que logra conquistar el corazón del príncipe, fue contada con gracia y elegancia, con un diálogo apto para que los niños rieron a carcajadas, sobre todo, con las divertidas peleas y discusiones de las hermanastras “Drizella” y “Anastasia” magistralmente interpretadas por las actrices Ana Rivas y Carolina Riva, y las ocurrencias del lugarteniente del Rey que personifica Raeldo López.
Mayor puntuación
El musical obtuvo su mayor puntuación en la música, original del maestro Pengbian San y de su hijo Su- Chan Sang, el vástago se estrenaba en este tipo de trabajo. La escenografía, de Marcos Malespín, como era de esperarse, transportó al público a los fantásticos lugares en donde se desarrolla la historia, en especial el bosque en donde Cenicienta habla y juega con sus amigos los animales.
Esta versión, dominicana, producida por Cecilia García y con una dramaturgia de Frank Ceara devuelve el encanto a un teatro, que adormeció en pandemia y que comienza a brillar con puesta en escena con el musical de “La Cenicienta”.
Actriz principal
En su actuación de “Cenicienta” la actriz Gabriela Gómez lleva muy bien su personaje, una joven de voz y personalidad muy dulce, y apariencia de princesa, sumado al buen desempeño que supo ofrecer en la caracterización vendió al público una creíble y encantadora Cenicienta.
Una pieza vital en el tradicional cuento es la incidencia es la madrastras, interpretada por Cecilia García, experimentada en las tablas, tanto en la actuación como en el canto, llevó una caracterización a la altura de las expectativas de quienes conocen su trabajo, como siempre, el público honró su gracia y talento aplaudiendo de pie su gran actuación.
Con particular personificación Hony Estrella tuvo a su cargo el personaje de la reina, en esta ocasión muy simpático y dicharachero, que junto a Miguel Lendor (Papachín) quien da vida al preocupado rey, logran un trabajo de primera, sacando la risa del público en cada aparición. La historia de “La Cenicienta” que ha sido versionada en todo el mundo, en la versión criolla contó con la dirección de Carlos Espinal, experto en la materia, y quien logró un extraordinario trabajo.
Otra pieza vital de la historia es el hada madrina, representada por Luz García, con varita mágica en mano y palabra mágica “Pin, pun, pan” ofrece a los niños momentos mágicos y asombrosos. Sin príncipe no hay Cenicienta, y es el joven Juanma García quien tras obtener el papel para interpretar el personaje decidió dejar un empleo a un lado y subir al escenario para llevar con dignidad la actuación del encantador príncipe.
En el escenario
Más de 30 personas suben al escenario entre ellos los adorables niños quienes dan vida a los animalitos del bosque.
En el musical también actúan Sócrates Montás (el Duque); y Ángela Bernal, quien hace una breve aparición en el papel de madre de “La Cenicienta”.
El musical estuvo presentándose durante el pasado viernes, sábado y domingo en la Sala Carlos Piantini del Teatro Nacional Eduardo Brito.
La coreografía es de Nataly Borso y la codirección de Amarilis Rodríguez. Para esta divertida y entretenida versión, Frank Ceara hizo una selección de canciones inéditas que cuentan con los arreglos y producción del maestro Pengbian Sang y su hijo Su- Chan Sang. Diseño de vestuario, escenografía e iluminación es de Marcos Malespín. Las fotografías son de Javier Villamán y Carlos Infante.
