La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) está de moda y no solo para las grandes empresas, sino que también para las pequeñas. La RSC implica el compromiso adquirido por las empresas de participar en el progreso sostenible y en el mejoramiento del bienestar de la sociedad.
Actualmente, según la legislación, existe la obligación a las empresas de presentar un informe anual sobre su Estado de Información no Financiera (EINF). Paralelamente, la Unión Europea está desarrollando una nueva directiva denominada CSRD, destinada a regular los informes de sostenibilidad. Esta nueva directiva, que está en proceso de ser incorporada a la legislación española, ampliará la obligación de presentar estos informes a un mayor número de empresas.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) desempeñan un papel importante para que las empresas implanten una estrategia de RSC, según indican desde Pensamiento del blog. Por ejemplo, en el ámbito de la comunicación, la adopción de redes 5G destaca por su eficiencia energética y reducción de la huella de carbono en comparación con tecnologías anteriores como 3G y 4G. Además de ser más eficientes en términos energéticos, las redes 5G permiten una conectividad universal, reduciendo la brecha digital y promoviendo la igualdad de oportunidades.
Almacenamiento de datos
El almacenamiento de datos y el uso de aplicaciones basadas en la nube ayudan a mitigar la huella de carbono al reducir la necesidad de infraestructuras físicas y equipos de almacenamiento. Además, fomentamos la igualdad de oportunidades y la inclusión digital al ofrecer acceso universal a datos y aplicaciones desde cualquier dispositivo y lugar.
En cuanto a la ciberseguridad, la implementación de soluciones sólidas en este campo aumenta la confianza en la nube y la seguridad digital, protegiendo a los usuarios y la sociedad en general de riesgos cibernéticos.
El Internet de las cosas (IoT) y el análisis de datos (Big Data) desempeñan un papel clave en la mejora de la eficiencia y la sostenibilidad. Estas tecnologías permiten la monitorización y gestión inteligente de recursos como la energía, el agua y los residuos, lo que reduce el impacto medioambiental y promueve prácticas más sostenibles.