En medio de la misa por la celebración de San Patricio en la Catedral que lleva su nombre, se develó y bendijo esta escultura bajo el título “Dejad Libres a los oprimidos.”
Enrique Salvo, rector de la catedral de San Patricio.
La obra muestra más de 50 figuras de mujeres, hombres y hasta niños víctimas del tráfico humano a nivel mundial.
El rector de la catedral San Patricio, Enrique Salvo dijo:
“Ellos representan todas las formas en que toma lugar del tráfico de humanos, y aquí tenemos a Santa Josefina Bakhita, que fue víctima de este tipo de tráfico, y es la Patrona ahora de esta causa, quien intercede por nosotros en el cielo. Y si se fijan, ella está abriendo las puertas a la libertad que es lo que todos queremos y necesitamos que vayan en nuestro mundo.”
Precisamente Santa Josefina Bakhita libera de las sombras a los oprimidos, así lo concibió el escultor de la obra, el canadiense Timothy Schmalz.
“Cuando comencé a trabajar en esta escultura, leí una cita del Papa Francisco, donde menciona que el tráfico humano siempre va a existir si se mantiene bajo tierra…»
«…El tener estas figuras de personas saliendo de la tierra aquí en el centro de la ciudad de Nueva York, ciertamente es una herramienta o un arma para concienciar la existencia de esclavos en nuestra sociedad hoy.”, aseghura el escultor Schmalz.
De acuerdo a las Naciones Unidas, en 2018, ha habido alrededor de 50.000 víctimas de la trata de personas alrededor del mundo.
La escultura fue situada al lado de la imagen de la Virgen de Guadalupe, ya que en América latina el tráfico humano es una tragedia que afecta a miles de personas.
“Tanto de esta tragedia toma lugar en Latinoamérica. Entonces ella, que es la patrona la emperatriz de las Américas, le pedimos siempre que ore por nosotros y que proteja con su manto a todas las víctimas, que nos ayuden a todos a que esta tragedia termine”, agrega Salvo.
Según el Departamento de Estado de los Estados Unidos, América Latina es una región de origen, tránsito y destino para la trata de personas.
Timoteo Schmalz
Timothy Schmalz, describe el mensaje de la escultura:
“Tienen a una niña novia, tienes a un pordiosero, cuántos niños en las calles del mundo en mendicidad que son forzados a pedir dinero, aquí una víctima de tráfico de órganos, y una esclava sexual, ese es el cuadro del tráfico humano hoy en día.”
