Ya ha terminado la temporada en Dallas, pero los movimientos son tan o más importantes que durante la misma. Y, en especial, para Luka Doncic. La franquicia texana se encuentra en un punto vital respecto a su estrella. Tienen el qué, rodearle mejor, pero les falta el cómo. De momento, el esloveno será el primer jugador que, desde un acuerdo de novato, firme más de 200 millones. Tras ser seleccionado, por segundo año seguido, en los quintetos Toda la NBA, sus opciones contractuales se han disparado y, salvo un giro totalmente inesperado, las hará valer. La próxima temporada, mantendrá los 10,1 millones de su salario actual; pero, a partir del curso 2022-23, y con el visto bueno del jugador, la cifra se dispararía bajo los estándares antes mencionados. «Me parece que ya sabes la respuesta», respondió a si aceptaría el supermáximo que tendrá sobre la mesa.
Nada hace pensar que Doncic niegue la firma. De hacerlo, en verano de 2022 sería agente libre, pero con oferta calificada de 13,3 millones que los Mavericks podrían hacer valer para igualar cualquier oferta y evitar que se marche. No debería tener sentido, pero, ahora mismo, Luka no parece del todo contento en Dallas. Al menos, así lo señalan las últimas informaciones avanzó desde Estados Unidos y, ahora también sus palabras, lejos de un dardo envenenado hacia la franquicia, pero sí suficientemente reveladoras como para entender que pasa algo en el seno de la franquicia. Muchas filtraciones, muchos supuestos enfrentamientos y declaraciones cruzadas.
El último movimiento, que no es menor, la salida de Donnie Nelson como gerente general de la franquicia. Una figura, según apuntan los periodistas norteamericanos, muy querida por el base esloveno. «Seamos realistas: Donnie está despedido. El único que está molesto es Luka Doncic. Son muy cercanos», aseguraba ayer Marc J. Spears en El salto (ESPN). Hoy, el propio Doncic ha sido quien lo ha corroborado. «Fue un poco difícil para mí. Realmente me gusta Donnie. Lo conozco desde que era un niño y él fue quien me seleccionó. Fue difícil para mí ver eso, pero no soy yo quien toma decisiones allí» ha declarado ante los medios, en una conferencia con motivo de sus compromisos con la selección eslovena, con la que espera estar en Tokio. «No puedo esperar más para ponerme la camiseta nacional. Disfruto jugando al baloncesto. Llevo una semana sin jugar y me falta el baloncesto. Estoy listo y espero que nos clasifiquemos para los Juegos Olímpicos», ha dicho sobre esto último.
Por delante, mucha ilusión; pero, aun así, Doncic no dejará de estar atento a lo que pase en los despachos de su franquicia. Hace escasos días, The Athletic publicaba un artículo exponiendo la figura de Haralabos Voulgaris y explicando su difícil relación con el jugador franquicia. Voulgaris, director de desarrollo e investigación cuantitativa, es una figura muy cercana a la del propietario de la franquicia, Mark Cuban, pero que se queda lejos del agrado de Doncic. «No es un punto crítico para Doncic en los Mavs … pero podría ir hacia uno», se llega a enunciar en el artículo. Ahora, con la salida de Nelson, no parece que la situación vaya a mejorar. Para más inri, Rick Carlisle, entrenador del equipo, que no parece contar con la confianza total de Doncic, también parece despertar dudas en la cúspide decisional de la organización. «La cosa ha estado realmente en el aire», se asegura en el mismo artículo. Más dudas, más cambios … y menos certezas para Luka, que tiene su objetivo claro: «Todavía no he hecho nada. Mi objetivo es ganar el campeonato. Aún queda un largo camino por recorrer», ha reiterado en la rueda de prensa como integrante del combinado esloveno.
La salida de Donnie Nelson
Ahora, Tim Cato y Sam Amick, en The Athletic, vuelven a arrojar luz sobre la situación. Una que, por historial y recorrido, es de importancia mayúscula. Donnie Nelson llevaba 16 años como gerente general de la franquicia, había formado parte, por supuesto, de la mayor hazaña de la organización, el anillo con Dirk Nowitzki, y, ahora, se disponía a repetir el camino de la mano de Doncic, así lo había trazado él mismo, tal y como explica el propio Luka. Sin ir más lejos, Nelson, además de las labores propias de oficina, también ejercía de ojeador, y fue quien decidió traer tanto a la leyenda como a la, ya, realidad eslovena. Le siguió desde el primer día. Para ser exactos, desde su tercer partido como profesional, y tenía clara que él debía ser su elección en el Sequía llegado el momento, él debe ser el que, con el tiempo, optara (porque nunca se puede más que eso) a rellenar ese futuro que Dirk iba a dejar vacío: «Tuve este sentimiento y pensé que podía jugar como organizador, que era como un cruce entre Magic y Bird. Eso es lo primero que vi. Eso y que era una máquina del triple-doble «, ha recordado Nelson, esta misma temporada, sobre sus primeros apuntes en la libreta de seguimiento.
Según Cato y Amick, la figura de Voulgaris se vuelve a hacer presente. Tal y como señalan ambos periodistas, Donnie también estaba molesto con las funciones de dicha figura. Desde su punto de vista, de un peso exagerado: a través de sus estadísticas, incidía, directamente, tanto en la rotación del equipo como en la llegada de jugadores. Cuban, tras el primer artículo de El Atheltic, Dijo la información como totalmente falsa, pero, solamente dos días después, las decisiones han sido drásticas. Y, si bien la franquicia expuso en su comunicado que Nelson y los Mavericks «acordado mutuamente separarse», una fuente cercana declara a Cato y Amick que Donnie fue despedido el domingo de forma unilateral. Brad Townsend, especializado en los Mavs, agrega que Doncic, por su parte, no supo del movimiento hasta ayer mismo, cuando apareció en los medios: «Tengo entendido que Doncic no se enteró de la partida de Nelson hasta ayer. Básicamente se enteró cuando lo hicimos público, quizás un poco antes, pero no hasta ayer«, asegura en su perfil de Twitter.