La principal causa de la sobrepoblación existente en el centro penitenciario de La Victoria es la gran cantidad de presos en condición de preventivos. Aún no han sido condenados por los delitos que se les imputa el 58.6 por ciento del total de los recluidos en esta prisión.
Según las estadísticas que maneja la Dirección Nacional de Prisiones, en la cárcel de la Victoria hay registrados, a febrero de este año 7,595 presos, aún cuando el centro tiene una supuesta capacidad para tan solo 2,103. El sistema carcelario del país registra una población de 27,171 presos.
Esto quiere decir que la tasa de hacinamiento de este recinto carcelario es de 261.2 por ciento y el nivel de ocupación es, hasta el mes antes mencionado, de 361.2 por ciento. Para satisfacer la demanda de la cantidad de presos que tiene el centro haría falta habilitar 5,492 espacios más.
En el nuevo modelo de gestión penitenciaria el sistema tenía registrados, a junio del pasado año 10,086 internos. De este total 4,224 (42.3 %) estaban cumpliendo condena, mientras que 5,791 (57.7 %) guardaban prisión preventiva.
En el modelo tradicional había a la fecha 17,085 presos y de estos 7,018 (41.0 %) cumplían una sentencia condenatoria, mientras que 10,118 (59.0 %) estaban en condición de presos preventivos.
La Victoria
A junio del pasado año 2021, de los 7,708 presos que tenía registrados la Dirección Nacional de Prisiones en la cárcel de La Victoria solo 3,492 habían sido condenados (45.3 %), mientras que 4,216 son presos preventivos, es decir el 54.7 por ciento.
En la cárcel de Najayo Hombres, que a junio de 2021 registraba 1,658 privados de libertad, solo habían sido sentenciados 669, es decir, que 989 internos, equivalentes al 59.7 % estaba en esa prisión en condición de preventivo.
Solo tres centros, Haras Nacionales (26), Femenino de Sabana Toro (40) y el Abierto Santiago Mujeres (24), no tienen presos preventivos, de todos los centros correccionales del país.
Si lo dividimos por regiones, la región Ozama, que incluye las cárceles del Gran Santo Domingo, incluidos los centros de menores, de los 8,234 presos solo 3,634 han recibido una sentencia condenatoria, mientras que 4,600, equivalente al 55.9 % son preventivos.
En la región Higuamo que incluye las cárceles de San Pedro de Macorís y Monte Plata, 609 presos (47.9 %) están cumpliendo una sentencia, mientras que 663 están en condición de preventivos (52.1 %).
En la región Yuma, que son los centros de hombres y mujeres de La Altagracia, La Romana y El Seibo, de los 2,818 presos, incluidas mujeres solo el 25.8 por ciento, equivalente a 727, tienen una sentencia, lo que quiere decir que 2,091 presos están guardando prisión preventiva.
En la región Valdesia que comprende la segunda mayor población carcelaria del país, de los 4,393 privados de libertad, incluidas las internas de las cárceles de Baní y Najayo Mujeres, solo 2,103 (47.9%) son presos sentenciados y 2,290 son presos preventivos.
Los centros penitenciarios custodiados por la Policía Nacional tienen capacidad para albergar 2,698 internos mientras que su población es de 9,953 presos. Los centros administrados por el Ejército Nacional tienen una capacidad para albergar 1,982 presos y están albergando 6,514.
En Operaciones Especiales, la cárcel para los policías activos presos por algún delito que se les imputa, hay 109 detenidos cuando su capacidad es para solo 29 presos. En la cárcel del 15 de Azua hay una población de 443 mientras que la capacidad es de solo 102.
Para Pablo Ulloa, defensor del Pueblo la sobrepoblación carcelaria se da por la cantidad excesiva de prisión preventiva y por el proceso de conclusión de sentencias. “La Victoria por ejemplo tiene el 35 por ciento de la población carcelaria de la República Dominicana. Si se diera un proceso racional de las medidas de coerción que existen, muy probablemente la población carcelaria bajaría”. Consideró que el país tiene que discutir aspectos del sistema penitenciario, e incluso, qué hace un enfermo terminal o con una situación de salud mental en una cárcel.