José Luis Rodríguez lleva más de 40 años tocando el arpa.
De niño, su abuelo músico le enseñó a tocar la guitarra, sin embargo a los diez años vio a alguien tocando el arpa y simplemente se enamoró.
«Hasta que oí el arpa y ahí me enamoré del arpa y dije, ‘yo quiero tocar el arpa, yo no quiero tocar otro instrumento'», contó Rodríguez.
Su talento lo ha llevado a tocar en conciertos internacionales, tanto en su natal Puerto Rico como en diferentes teatros, museos y restaurantes de la ciudad de NY.
«Yo fui el único músico, la única visita que hizo Michael Gorbachov a Puerto Rico, en ese momento yo fui la única música, me acuerdo de que la seguridad era ‘Oh my God'».
Aunque Rodríguez admite que el camino no ha sido ni es fácil, asegura que con empeño y sacrificio todo es posible, inclusive triunfar en Nueva York.
«No es algo de la noche la mañana, es algo que cuesta mucho sacrificio, mucha dedicación, mucha pasión, mucha energía», dijo Rodríguez.
«Y cuando uno crea que no puede, que ha habido momentos en mi vida en mi carrera de la música que yo he estado, ‘mira quizás esto no valga la pena’, pero el amor que yo le tengo a la música, la pasión que le tengo a la música me ha dicho, ‘José sigue adelante porque esto es lo que tú quieres hacer, esto es lo que tú amas'», agregó Rodríguez.
Y como la práctica hace al maestro, José Luis ha logrado utilizar una técnica que prácticamente le hace hablar al instrumento.
«A mí me encanta practicar mis instrumentos, tengo constantemente para practicar las dos técnicas, hasta el momento yo nunca he visto ningún arpista o solamente aquí en NYC que pueda tocar las dos técnicas, con esto me refiero a que el arpa de pedales que tengo a mi derecha se toca con las yemas de los dedos, y el arpa latina que la tengo a mi izquierda, se toca básicamente con las uñas».
Por ejemplo, aquí estoy usando las dos técnicas…
Otra de las cosas que me han ayudado a mejorar mi calidad como musico es que puedo incorporar en las dos arpas las dos técnicas.
