Jorge Franco, gerente del restaurante las Margaritas en Jackson Heights, dice que al negocio ya sus empleados les conviene la decisión del gobierno municipal de expandir la orden de emergencia que le permite a los dueños de negocio mantener estos cobertizos para comer al aire libre.
“Nosotros generamos más empleos al haber más trabajo con el servicio afuera. Nos ha beneficiado a todos… tu sabes que la pandemia afectó mucho apenas se está recuperando uno, ‘so’ eso nos ayudaría monetariamente a todos», aseguró Franco.
La orden entró en efecto en junio de 2020, durante el pleno apogeo de la pandemia y salvó alrededor de 100.000 puestos de trabajo y ayudó a más de 12.000 restaurantes, según datos de la Alcaldía.
Desde entonces este orden ha caducado varias veces y se ha extendido.
“Yo lo veo positivo porque al tener más espacio puede entrar más gente, tenemos más capacidad, necesitamos más empleados, lo veo totalmente positivo”, dijo por su parte Marcelo Varela, cocinero del restaurante el Chivito de Oro.
El gobierno municipal dejó claro que la ciudad aún no se ha recuperado completamente de los estragos causados por la pandemia.
Resaltando que en junio de 2023, la tasa de desempleo de la Ciudad fue de 5.4 por ciento, superior a la tasa nacional del 3.7 % y más elevada que la tasa de desempleo en febrero de 2020 del 4. 3 por ciento.
El alcalde Adams ha mostrado gran apoyo a un proyecto de ley presentado en el concejo municipal que busca que estas estructuras sean permanentes en la ciudad.
Una propuesta con la que muchos neoyorquinos no están de acuerdo porque según ellos obstruye el espacio público, atrae más ratas y limita los estacionamientos.
Mariño.
“Hay muchos lugares de estos que ya no los ocupan, necesitamos parqueo”, dijo Fernando López, residente de Corona.
“Eso es inconveniente y los señores de los restaurantes, ya van dos años y le están dando y aquí en una sola cuadra tiene tres restaurantes y los tienen afuera”, dijo José Ignacio Mariño, vecino de Jackson Heights.
El año pasado la alcaldía lanzó un programa para desmantelar las estructuras abandonadas.
Las casetas que se reportan sin uso al 311 son inspeccionadas dos veces antes de que el dueño reciba una carta notificando que será derribada.
La orden ejecutiva de emergencia que permite que estas casetas se expandió treinta días, a la espera de que el concejo municipal apruebe la lay para que sean permanentes.
