Las oportunidades perdidas se pagan, más todavía en la NBA. Y a los Bucks les puede salir cara la que no han sabido aprovechar ante los todopoderosos Nets, que se quedaron sin James Harden en la primera jugada pero, aun así, ganaron un partido que dominaron en su parte intermedia y que no se dejaron remontar al final. Kyrie y Durant fueron los encargados, cómo no, de mantener a flote a los neoyorquinos en ausencia de su principal surtidor de balones, un escolta que ha hecho de base desde su polémico traspaso desde los Rockets y que optó al MVP legítimamente hasta su lesión de finales de marzo. Ahora, con un desgarro en el tendón de la pierna derecha, es duda para el segundo asalto y tendrá que esperar a saber si puede disputar el partido o lo ver vestido de calle y en el banquillo, una imagen que se está repitiendo mucho en una temporada de calendario condensado, marcada por las lesiones (que se lo digan a los Lakers) y llena (llenísima de rarezas). Es más, lo único que se mantiene uniforme y acorde a las expectativas es el nivel de los Nets, favoritos al título por talento … y por la forma que tienen de ganar los partidos, básicamente.
Mike Budenholzer, que busca la redención (y evitar el despido), empezó el partido siguiendo la tónica de cambios que ha hecho esta temporada, probando cosas nuevas e intentando sorprender al rival, variando (o procurando variar) ese único plan que suponía una gran virtud cuando salía bien, pero una losa muy grande cuando era inamovible, especialmente en la fase final. El técnico introdujo a PJ Tucker en la titularidad buscando más presencia en defensa y un antídoto (si es que lo hay) que pudiera frenar a Durant. Fue solo la segunda titularidad del alero desde que llegó a los Bucks, la primera en playoffs; y funcionó un rato, pero no tuvo una continuidad especialmente grande a medida que iban transcurriendo los minutos. Es más, al equipo visitante no le funcionaron las cosas una vez los Nets se adaptaron a la nueva situación, sin Harden pero con dos estrellas a las que Milwaukee no encontraron respuestas. Algo que es muy habitual que pase con Kyrie y Durant, evidentemente.
Una vez recuperados del revés inicial, con esa lesión de Harden (se lo hizo él solo) en una penetración que obligó a Steve Nash (que sigue a lo suyo, casi tan impenetrable como lo fue su mentor y hoy segundo, Mike D’Antoni ) a parar el partido en la segunda jugada para ver cómo el escolta ponía rumbo al túnel de vestuarios, los Nets se pusieron las pilas. Llegaron a ir 9 puntos abajo en el primer cuarto, pero lo acabaron a tiro de piedra (30-32). Después, a mandar: 10 puntos de Kyrie en el segundo cuarto y 13 de Durant en el tercero, para un parcial acumulado de 68-52, fraguado sobre todo por una defensa asfixiante (porque sí, los Nets también defienden) en esos últimos 12 minutos, que escaparse definitivamente a los locales. Brooklyn inició el último cuarto con una ventaja de 14 puntos (98-84) y llegó a mandar por 19. Y no lograr que la diferencia bajara de los 10 hasta que Pat Connaughton anotó una canasta, con solo 14 segundos para el final, y ya con todo totalmente decidido.
Kyrie y Durant se imponen a Giannis
Antetokounmpo lo intentó de muchas maneras y en ningún momento fue el problema de los Bucks, pero tampoco la solución en los minutos calientes del choque. Anotó 10 puntos en un periodo inaugural en el que estuvo fuerte, pero se fue diluyendo con el paso de los minutos en una tónica similar a la del resto de su equipo; al final, 34 puntos, 11 rebotes y 4 asistencias, con 16 de 24 en tiros de campo, pero un -7 con él en pista. Middleton se fue a 13 + 13, pero tuvo una serie de tiro desastrosa (6 de 23, con 0 de 5 en triples). Y tampoco Jrue Holiday, ese revulsivo que ha permitido a los Bucks desarrollar sus cambios más positivos, tuvo su mejor actuación (17 + 9 + 6, pero con 7 de 19 en el lanzamiento. El problema para los Bucks fue, claro, el triple : un 6 de 30 acumulado sin que nadie se librara: 1 de 4 de Tucker (que solo tuvo minutos buenos en el inicio y en ningún momento pudo con Durant), 1 de 5 de Forbes, 2 de 7 de Jrue, 2 de 5 de Giannis … La situación mejorará en el siguiente partido (son el cuarto equipo con mejor porcentaje de triples de la competición), pero han desaprovechado una oportunidad de oro y están obligados a ganar el segundo asalto para conseguir la ventaja de campo y no viajar con 2-0 a Milwaukee.
En los Nets, los mejores fueron, claro, Kyrie y Durant: el base, que no anotó en el último cuarto, finalizó con 25 puntos, 5 rebotes y 8 asistencias, y con buenas rachas a pesar de su irregularidad en el triple (3 de 11). Durant se fue a 29 + 10 + 3, con un buen 12 de 25 en tiros de campo. Pero, además del dúo dinámico (transformado en eso por obligación), hubo mucha participación de la intendencia: Joe Harris se fue a 19 puntos sin casi botar el balón (alho habitual en él), está emergiendo definitivamente como la cuarta espada de los Nets y sigue siendo un seguro constante desde el exterior (5 de 9 esta noche). Y Blake Griffin tuvo una actuación formidable: 18 tantos, 14 rebotes, 3 asistencias y 2 robos. La otra buena noticia fue la actuación de Mike James (12 + 7 + 3), que cuajó uno de sus mejores partidos desde su llegada a Brooklyn. Y también, claro, que los Nets se han salvado de una situación que podría haber sido delicada y esperan a Harden con la tranquilidad del 1-0. Los playoffs van de ir salvando vidas. Y así lo han hecho los Nets. Los, todavía, máximos favoritos. Algo que seguirán siendo a no ser que Giannis Antetokounmpo demuestre lo contrario.