El bombardeo israelí de Gaza ha aniquilado barrios enteros, ha aplastado el sistema médico y arrasado cientos de mezquitas, convirtiendo santuarios religiosos en reliquias de guerra.
Al menos 1.000 de 1.200 mezquitas, incluidos sitios antiguos, han sido destruidas parcial o completamente hasta febrero, dijo a CNN el Ministerio de Dotaciones y Asuntos Religiosos de Gaza.
Los ataques israelíes contra Gaza desde el 7 de octubre han matado a más de 100 predicadores, incluidos eruditos religiosos, imanes, muecines (aquellos que realizan la llamada a la oración) y hafiz (musulmanes que han memorizado el Corán), según el ministerio.
Los residentes dijeron a CNN que no pueden encontrar suficiente espacio para asistir a las oraciones nocturnas del taraweeh porque los lugares de culto han sido destruidos. Las oraciones del Taraweeh se realizan todas las noches del Ramadán en una congregación.
El acceso limitado al agua significa que otros no pueden hacer la ablución obligatoria antes de la oración.
Muchos no pueden compartir comidas comunitarias con familiares porque el desplazamiento forzado ha separado a familias en todo el enclave.
Mohammed Hamouda, un trabajador sanitario desplazado en Rafah, dijo a CNN que está luchando por explicar a sus hijos pequeños por qué no podrán deleitarse con platos tradicionales palestinos ni recibir regalos en este Ramadán.
“El Ramadán suele tener muchas invitaciones a cenar para nuestras familias extendidas. Hoy en día, todos los miembros de la familia están en un lugar diferente”, dijo a CNN Aseel Mousa, de 26 años, periodista desplazado en Rafah.
“¿Cuándo fue la última vez que escuché el llamado a la oración sin el sonido de los drones israelíes? No lo recuerdo”.
Lea más sobre cómo El Ramadán es todo menos normal para los habitantes de Gaza este año.
