Por las acantiladas montañas rupestres del municipio de Maimón resuenan los tambores, acordes con su guitarra y otros instrumentos que también les dan coloridos a la creatividad del artista visual Heinz Abreu, un dominicano adoptado desde Suiza en 1995 y que tras adoptar la nacionalidad hace magias con el corcho desechable de las botellas de vino, las piedras, la madera y el hierro, entre otros objetos que según la creencia de las personas solo sirven para contaminar el entorno.
El artista dominicano parido de las entrañas suizas no se amilana, siempre tiene un motivo para tomar las decisiones más precisas a fin de sacarle provecho a cualquier tipo de material tirado a la basura o declarado inservible, Heinz lo trabaja, lo combina con otros objetos hasta convertirlos en una obra de arte para dar vigor a las interioridades decorativas de las casas o empresas, sin dejar a un lado los palos de fósforos y las herraduras de caballo.
Sus inventos tayaríficos se salen del umbral de la cotidianidad. No es un arte común y corriente, o sea, requiere de ideas profundas y eso retrata a Heinz como un artista que visualiza el arte con las manos e idealiza con visión asimétrica lo que se puede crear con los objetos tirados a la basura.
La quietud de este dominico-suizo, radicado en el municipio de Maimón, provincia Monseñor Nouel, se envuelve en todos tipos de actividades. Trabaja con los jóvenes, toca más de diez instrumentos musicales y su casa, donde convive con su esposa y su hija, la ha convertido en un centro de arte visual que sirve de albergue para la enseñanza de los niños. Actualmente se le reconoce como el extranjero más sobresaliente de la región del Cibao.
Heinz es un impresionista del arte Barroco, muy parecido al que se manifestó en Francia durante el siglo XIX, mediante el cual se formó una una asociación informal de artistas compuesto por Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir y Paul Cézanne, quienes pusieron en marcha un nuevo estilo de pincelada libre en el arte visual, dejando en el umbral el realismo artístico de la vida moderna. El impresionismo visual de Heinz Abréu está sellado en una de las calles de Maimón con figuras de arte Taíno.
La dimensión de sus obras se combinan y engloban con técnicas y recursos diferentes, llamando la atención de los espectadores y seguidores de sus llamativos cuadros que con madera, piedra, hierro, corchos y otros objetos desechables ayudan al público que valora el arte visual a percibir a través de la mirada los detalles que componen su obras, creadas y; a veces talladas para dejar mensajes incorporados a la nueva tecnología y adaptados al arte con elemento convencionales.
Convertir la basura en un arte como componente expresivo de lo visual, es el norte de este extranjero nacionalizado dominicano, declarado hijo adoptivo del municipio de Maimón, por los miembros de la Sala Capitular y Ciudadano Honorario del Municipio de Bonao. Dice sentirse orgulloso por el hecho de ser acogido como inquilino y reconocer su inteligencia artística.
La residencia familiar del artista Heinz Abreu está llena de un impresionismo que provoca sorpresas a cualquier visitante, debido al modelo estructural de su casa y la creatividad en el diseño arquitectónico, siendo la única que posee un séptico biológico que no afecta las aguas subterráneas ni el medio ambiente, además, cuando usted llega al hogar se encuentra con una combinación de sonidos y colores que se conjugan con sus creaciones.
Con este tipo de arte, Heinz Abreu busca transformar residuos como el papel, el cartón, la madera, el cristal, los plásticos, los metales o el caucho en obras artísticas, mediante un concepto que va más allá del reciclaje convencional de materiales, al crearse objetos que superan el valor económico, cultural y social del producto original y poniendo en práctica los modelos del infrareciclaje y el suprareciclaje, dirigidos a ralentizar el ciclo destructivo del medio ambiente.
jpm-am
