Este sábado en la noche Isabel Pantoja regresó a los escenarios. Esta vez como inicio de la gira que celebra medio siglo en los escenarios de la sevillana, ante millas de incondicionales arropándola.
En el estadio de La Cartuja, la orquesta acompaña la salida al escenario de una Pantoja pletórica, con un festivo con escote de barco con tonos beiges y una falda floreada de esas que solo saben llevar las copleras de toda la vida, las que llenan estadios. con 40 músicos o peñas flamencas con un guitarrista.
“Isabel, yo me llamo Isabel, Isabel…” -y millas de gargantas han gritado ¡Pantoja!-. Le ha venido bien el coro a la artista, porque cantar con lágrimas en los ojos no debe ser fácil.
Se le ha notado durante más de tres horas que lo de esta noche no era un concierto cualquiera.
Ha suspirado para poder dar las buenas noches y ha hablado a la gente como si estuviera en el salón de su casa con unos amigos.
Salvados los problemas con su auricular, que en las primeras canciones le ha hecho llevarse la mano al oído más de la cuenta, Isabel, más Pantoja que nunca, ha paseado su falda de vuelo y su melena ondulada por el escenario mientras la derecha orquesta la Seguía, evidenciando, eso sí, que el concierto abría gira.
“El directo es lo que tiene, que aquí no viene nada de nada de nada grabado”, ha dicho al no cuadrar su voz un instante con el piano.
Lágrimas al recordar a su padre y su madre en ‘Aquí he nacido’: “Chiquetete, mi padre / fue gaditano / sevillana mi madre / buen mano a mano”; coros del público en ‘El Señorito’, de su sexto disco, y parecía mentira que gente joven conociese su repertorio de finales de los 70 y principios de los 80.
Pero es que ella es Isabel Pantoja, y en el día del 80 cumpleaños de Julio Iglesias parecía reivindicar su sitio como la “otra” grande de la música española, pero en activo.
El concierto va transcurriendo, llegan las sevillanas. Cantadas sevillanas de Isabel Pantoja en Sevilla. En este párrafo poco más se puede añadir. Para qué.
Antes, había lamentado que Barcelona, dando gritos, despidió a Carmen Amaya, y después se paró en un popurrí de cuatro canciones de ‘Marinero de luces’, el disco escrito por José Luis Perales para que volviese a ser Pantoja del todo tras la muerte. de Paquirri.
“Hoy quiero confesar que estoy algo cansada”, canta Isabel, antes de pasar de Perales a Juan Gabriel para glosar a la Virgen del Rocío y confesar que, más que nunca, esta noche en Sevilla se le ha enamorado el alma.
Y todavía quedaba un paseo por México con el mariachi Los Tenampas, que son navarros, eso sí, otra pelea con el auricular, o darlo todo en ‘Abrázame muy fuerte’, un tema al que solo puede llegar en todos sus tonos una garganta como la suya, fruto de las manos de Alberto Aguilera Valadez.
La crónica de la noche no podría obviar que hasta el escenario se ha acercado a saludarla Shirley Bassey, la mítica cantante galesa a la que conoció en marzo en el Baile de la Rosa de Mónaco.
Un doble disco saldrá al mercado en Navidad, y ha cerrado fechas en Barcelona, el 30 de diciembre en el Palau Sant Jordi; Bilbao, el 13 de enero de 2024 en el Bilbao Arena Miribilla: y en Madrid, el 13 de abril en el Wizink Center.
Así cumple medio siglo Isabel Pantoja.. cantando.