Montículos de desechos sólidos y aguas residuales que fluyen abiertamente por las calles están exacerbando los riesgos para la salud en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, y la contaminación del aire se suma al ambiente tóxico, según trabajadores humanitarios y civiles de la zona.
«En todas partes de Rafah, si caminas, verás una gran cantidad de desechos sólidos y aguas residuales acumulándose en las calles», dijo Salwa Tibi, de 53 años, que trabaja en la agencia humanitaria CARE International. «En los refugios encontrarás muchas enfermedades».
A pesar de los peligros, se puede ver a niños en busca desesperada de comida recogiendo restos de los montones de basura, dijo Tibi.
El asedio israelí al enclave palestino ha colapsado los servicios de recogida y eliminación de residuos, según la agencia de ayuda de las Naciones Unidas UNRWA, y la escasez de agua potable y de retretes ha creado un entorno «explosivamente peligroso» para la propagación de enfermedades, dijo el jefe de la Organización Mundial de la Salud. Tedros Adhanom Ghebreyesus advirtió el jueves.
Los habitantes de Gaza también describen la contaminación del aire causada por el humo de la gente que quema madera en lugar de combustible, cuyo suministro ha sido cortado en gran medida en el territorio.
«Mi padre está enfermo debido a la contaminación del aire, el humo y el gas», dijo a CNN un civil desplazado en Rafah, que deseaba permanecer en el anonimato. «Las enfermedades gripales están muy extendidas debido al clima y a la falta de instalaciones en las tiendas y habitaciones de los desplazados.»