Una investigación reciente desarrollada por la firma Grupo de consultas de Boston (BCG) junto con SISTA desafía el pensamiento generalizado de que las mujeres al mando de start-ups tienen éxito principalmente cuando trabajan conjuntamente con hombres. En el caso de España, se presenta una interesante variación a esta percepción.
Las emprendedoras españolas están evidenciando que pueden alcanzar el éxito trabajando de forma independiente. o colaborando con otras mujeres. Sin embargo, todavía existe una desigualdad considerable en cuanto a la fundación de start-ups y la obtención de financiamiento.
Los resultados de la investigación de BCG
El análisis muestra que las mujeres emprendedoras que colaboran con otras mujeres en la creación de negocios consiguen, en media, 1,7 M€ más que las que optan por equipos mixtos. A pesar de estos datos, la participación femenina en el mundo del emprendimiento sigue siendo escasa. Estas cifras provienen del Informe sobre la igualdad de género en el ámbito de las start-ups, desarrollado por BCG y SISTAuna asociación de mujeres empresarias e inversoras enfocadas en potenciar la diversidad de género en el sector digital.
Amaryllis Liampoti, Directora Gerente y Socia de BCG, señala: “Sabemos que existen mujeres altamente capaces que están generando resultados notables para sus inversionistas, pero es fundamental incluir a más mujeres en este ámbito. […] El análisis evidencia que lo que las mujeres realmente requieren no es tanto mentoría, sino acceso a financiamiento”.
Las empresas emergentes fundadas por mujeres constituyen el 8% del total., el 7% de las transacciones financieras y el 4% de los recursos obtenidos. Además, tiende a centrarse en sectores específicos, como el de moda y bienestar, seguido por salud y cuidado infantil/educativo. En relación con los fondos, las empresas lideradas por mujeres en el sector salud son las más beneficiadas. Unavets, compañía veterinaria establecida por Junko Io Sheehan, destaca al lograr una de las rondas de inversión más grandes en Europa, sumando 144 M€. No obstante, la cifra media para empresas encabezadas por mujeres es de apenas 1,9 M€.
“Las start-ups fundadas por mujeres en 2022 sugiere una persistencia de ciertos roles y estereotipos tradicionales, como el enfoque hacia la moda y el bienestar. Sin embargo, también vemos una creciente incursión en áreas como salud, medios y marketing. Es imperativo que inversores, entidades de capital de riesgo y otros actores relevantes se comprometan a aumentar y diversificar la representación femenina en el ecosistema. Este compromiso debe ser estratégico y no meramente ocasional, ya que, más allá de aspectos éticos, la inclusión femenina es rentable”, comenta Amaryllis Liampoti.
A pesar de todo, las mujeres continúan estando subrepresentadas en el ámbito emprendedor, y esta tendencia se agudiza a medida que las empresas maduran. En 2022, solo el 10% de las startups recién creadas tenían a una mujer como fundadora. En países como Francia, Reino Unido, España, Alemania y Suecia, solo el 10% fueron establecidos únicamente por mujeres y el 12% por equipos mixtos.. Suecia destaca con un tercio de las start-ups fundadas por al menos una mujer en 2022, mientras que Francia y España presentan cifras menos alentadoras.
La financiación en las start-ups fundadas por mujeres
En la fase de evaluación, la situación no mejora. Menos del 20% del financiamiento es para empresas con mujeres en su equipo fundador y el monto promedio que consiguen los equipos exclusivamente femeninos es significativamente menor al de los masculinos. Dependiendo de la nación, las start-ups con equipos masculinos captan entre el 77% y el 91% del total de fondos.
Esta disparidad se intensifica con el paso de los años. Las start-ups con fundadoras alcanzan su máximo financiero en seis años, mientras que las de hombres siguen prosperando. Como resultado, La desigualdad en el financiamiento se amplía en gran medida en nueve años..
La desigualdad en la financiación y representación femenina en el ecosistema europeo exige un mensaje directo: es esencial actuar. Ningún país europeo puede ser considerado líder en igualdad de género y el caso número de mujeres en negocios no es el único problema. Es crucial que las partes interesadas se movilicen y enfrenten los prejuicios que perpetúan estas desigualdades, especialmente en términos de acceso a financiamiento.
En este contexto, el estudio sugiere seguir las pautas de la «Carta SISTA», un marco global para que inversores y entidades de capital de riesgo se comprometan con la igualdad de género. Al adherirse, prometen evaluar la presencia femenina, instaurar políticas de contratación e inversión inclusivas y fomentar las mejores prácticas en la industria.
