Cinco ciudadanos de Bulgaria acusados de espiar para Rusia comparecieron el martes por videoconferencia en un tribunal de Londres tras ser acusados formalmente de delitos de espionaje.
La audiencia preliminar en el Tribunal de Magistrados de Westminster sigue a una investigación realizada por el comando antiterrorista de la Policía Metropolitana, que también se centra en casos relacionados con secretos oficiales.
¿Quién ha sido acusado?
Los cinco acusados son Orlin Roussev, de 45 años, que vivía en Great Yarmouth en Norfolk, Inglaterra; Bizer Dzhambazov, de 41 años, y Katrin Ivanova, de 31, que vivían en Harrow, en el noroeste de Londres; Ivan Stoyanov, 31 años, de Greenford, al oeste de Londres; y Vanya Gaberova, de 29 años, de Churchway, al noroeste de Londres.
Con un proceso penal en marcha, las restricciones sobre lo que los medios de comunicación pueden informar son estrictas en Gran Bretaña, y hay una advertencia oficial de que no debe haber “información, comentarios o intercambio de información en línea que pueda de alguna manera perjudicar estos procedimientos”.
¿Cuáles son los cargos contra ellos?
Los cinco acusados están acusados de conspiración para realizar espionaje o, más específicamente, “conspiración para recopilar información destinada a ser útil directa o indirectamente a un enemigo con un propósito perjudicial para la seguridad y los intereses del Estado”. Se alega que el espionaje tuvo lugar durante más de dos años, desde el 30 de agosto de 2020 hasta el 8 de febrero de 2023.
Roussev, Dzhambazov y Ivanova fueron acusados previamente el 11 de febrero de posesión de documentos de identidad falsos.
¿Qué aprendimos hoy?
La fiscal, Kathryn Selby, dijo al tribunal que el “centro de operaciones en este país para el delito de espionaje” era la dirección de Roussev, una casa de huéspedes junto al mar en Great Yarmouth. Los fiscales dicen que las operaciones de espionaje dirigidas por la célula tuvieron lugar tanto en Gran Bretaña como en Europa continental.
«Se sospecha que los cinco forman parte de una red organizada de ciudadanos búlgaros con base en el Reino Unido que llevan a cabo actividades de vigilancia y otras actividades de recopilación de información contra varios lugares e individuos en nombre del Estado ruso», dijo la señora Selby.
Los cinco acusados están acusados de formar parte de una conspiración con Jan Marsalek, que no ha sido acusado en el caso. Es el ex director de operaciones de la empresa de pagos alemana Wirecard, que colapsó en 2020 con deudas de más de 3.000 millones de euros (3.200 millones de dólares). El Sr. Marsalek, de origen austriaco, es sospechoso de haber cometido numerosos delitos de fraude y ha sido objeto de una investigación “Notificación roja” de Interpol desde que se dio a la fuga después de la implosión de la empresa. Algunos medios de comunicación informan que huyó a Bielorrusia o Rusia.
¿Que pasa ahora?
Los cinco acusados no se declararon culpables y, en la audiencia, Tan Ikram, un juez de distrito, determinó que debían permanecer en prisión hasta que su caso llegue a juicio.
Con cargos tan graves como estos, comparecer ante un tribunal de magistrados es una primer paso, y el caso ahora será remitido a un tribunal superior. Está previsto que los acusados comparezcan ante Old Bailey, el tribunal penal central de Londres, el 13 de octubre.
La pena máxima para alguien declarado culpable de delitos de espionaje sería de 14 años de prisión, según el Crown Prosecution Service, el fiscal de Inglaterra y Gales, que decidió seguir adelante con los cargos.
