Si tu dedo meñique comienza a deformarse, es importante que lo consultes con un médico. Crédito: Shutterstock
En el día a día, muchas personas pasan por alto los cambios físicos que aparecen en sus pies. Sin embargo, los pies pueden revelar importantes señales sobre el estado general de salud. Desde problemas de circulación hasta enfermedades como la diabetes, distintas condiciones pueden manifestarse primero a través de esta parte del cuerpo.
La denominación “dedo meñique irlandés” hace referencia a una condición en la cual el dedo meñique del pie se encuentra torcido o metido debajo del cuarto dedo. Esto genera presión constante y fricción entre ambos, lo que con el tiempo puede ocasionar lesiones en la piel, uñas engrosadas, callos e incluso ulceraciones.
En un artículo publicado en el medio especializado The Conversation, la podóloga e investigadora doctoral Lauren Connell y el profesor de medicina podológica Benjamin Bullen explicaron que, de no atenderse, esta presión continua puede derivar en ampollas, costras e infecciones graves que podrían comprometer la viabilidad del dedo afectado.
“Si se presionan 2 huesos o articulaciones, la piel se puede espesar y provocar un callo. La presión adicional sobre el dedo o la uña del pie también puede causar durezas, uñas engrosadas e incluso úlceras que podrían provocar una amputación”, señalaron los especialistas.
Factores como el tipo de media o calceta también influyen. Aquellas con costuras gruesas o que no se adaptan correctamente al contorno del pie pueden aumentar la presión en los dedos, empeorando el cuadro.
¿Cómo prevenirlo y tratarlo?
Los especialistas recomiendan tomar ciertas medidas para prevenir el desarrollo o agravamiento del “dedo meñique irlandés”:
* Evitar zapatos ajustados o puntiagudos, que comprimen los dedos y aumentan la fricción.
* Consultar con un podólogo, quien puede recomendar el uso de separadores digitales, plantillas personalizadas o incluso tratamientos correctivos si la condición ya está avanzada.
“A veces, el problema puede ser causado por la forma del dedo, pero en otras ocasiones es una costura o una tela rígida lo que está provocando el malestar”, agregaron Connell y Bullen.
Otras señales que alertan sobre la salud a través de los pies
Además del dedo meñique irlandés, existen otras afecciones y síntomas en los pies que podrían ser indicadores de enfermedades más serias. El sitio especializado WebMD resalta algunas señales clave a las que conviene prestar atención:
1) Frío constante en los pies. Podría ser señal de mala circulación o problemas tiroideos. Es recomendable realizar estudios médicos si la temperatura en los pies es persistentemente baja.
3) Dolor sin explicación. Cuando el dolor en los pies no tiene relación con el uso de calzado, podría estar vinculado a fracturas por estrés u osteoporosis. La evaluación médica es esencial para un diagnóstico certero.
4) Hormigueo o adormecimiento. Estos síntomas son característicos de neuropatía diabética, una complicación derivada de niveles altos de azúcar en la sangre que afecta la sensibilidad en extremidades.
5) Uñas gruesas o deformes. Además de infecciones por hongos, pueden indicar condiciones como psoriasis o alteraciones en la circulación.
A menudo subestimamos las señales que nuestro cuerpo nos envía, especialmente cuando se presentan en áreas como los pies. Sin embargo, cualquier cambio persistente, ya sea de forma, color, temperatura o sensibilidad, debe tomarse en serio.
Visitar a un especialista en podología no solo puede ayudarte a corregir el problema, sino también a prevenir otros que tal vez no sabías que existían.
Fuente: el diario NY