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jueves, octubre 16, 2025
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Maximiliano, llego hace unos meses y hoy aprende ingles


Maximiliano Moreno, de 6 años, vive temporalmente en el Hotel Row desde que llegó a la ciudad el pasado noviembre con su familia.

A su corta edad, el menor está consciente de que buscar una nueva vida en otro lugar ajeno al suyo puede llegar a ser un tanto difícil.

“Pero es que no entiendo, porque hablan como en este país”, dijo Maximiliano.

Moreno nació en Colombia, cruzo varios países y hasta una selva con sus padres.

“De Colombia extraño comer”, dijo.

-¿Y tenías muchos amiguitos en la escuela?

Dice si, moviendo la cabeza

Desde muy temprano su mamá Leidy lo prepara para esperar el transporte que lo lleva a diario a su escuela y que no lo tiene tan contento.

“Hablan nada más un poquito de español”.

Maximiliano, que cursa el preescolar, de lunes a viernes recorre aproximadamente 5 millas de distancia en un autobús escolar para llegar a su escuela en East Harlem, situación que viven muchos de los niños inmigrantes recién llegados a la ciudad.

“Pero igual no me queda fácil recogerlo, porque mire que yo vivo acá en ‘downtown’ y trabajo muy lejos, no me da, y la escuela única que me dijeron donde podía estudiar era en esa, entonces no me queda fácil, hay veces que me lo llevo a trabajar, y no lo mando a estudiar porque no me queda fácil», dijo la madre.

Pese a este inconveniente, Leidy asegura hace hasta lo imposible para que su hijo pueda obtener la educación necesaria, y la adaptación sea más tranquila.

“La verdad él ha contado con una muy buena profesora, la profesora me escribe cuando lo ve que está triste. La profesora me llama, me explica todo, ella me dice que ella lo trata de ayudar, que a veces si es un poquito grosero que le pega a los compañeros porque ellos se burlan de él”, agregó la madre.

De acuerdo con el departamento de Educación de la ciudad, aproximadamente 18 mil estudiantes inmigrantes recién llegados, que se hospedan en viviendas temporales, se han matriculado en las escuelas públicas.

Entre las 2 y 3 de la tarde, los padres de estos estudiantes comienzan a reunirse en la acera del hotel, en la espera de sus pequeños.

Pero a la mamá de Maximiliano se le hizo un poco tarde…

Esta vez, Maximiliano, luce despeinado y con una gran sonrisa, al parecer el día no lució tan mal para él.

-¿Qué te enseñaron?

«Muchas cosas, dibuje y pinte».

Una voz del departamento de Educación, dijo a NY1 noticias:

“Desde el primer día, hemos colaborado periódicamente con los superintendentes y los directores de los centros escolares para garantizar que cuentan con el personal y los recursos necesarios para prestar apoyo a los recién llegados y sus familias”.

El niño que a leguas se ve una pequeña esponja, al final nos dijo lo que ha estado aprendiendo en este tiempo.

«Uno dos tres CUATRO CINCO SEIS».



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