Una de las cuatro cárceles en construcción en la ciudad de Nueva York para reemplazar a Rikers Island tendrá camas adicionales para acomodar a la creciente población de detenidos de la ciudad, según la información de las autoridades del centro penitenciario.
Pero para aumentar la capacidad, se deberá reducir el tamaño de una unidad especializada en ayudar a las personas con enfermedades mentales y problemas de adicción.
Estas unidades son más espaciosas y fueron diseñadas para reducir el riesgo de suicidios.
La cárcel, que estará en la antigua Casa de Detención de Brooklyn de la Avenida Atlantic, recibirá una inyección de 3,000 millones de dólares, lo que le permitirá tener 1,040 camas, en lugar de 886. Pero debido a las leyes de zonificación no podrá ser más grande que la antigua Casa de Detención.
La decisión de la Ciudad contrasta con el hecho de que el porcentaje de personas diagnosticadas con enfermedades mentales que están detenidas ha advertido constantemente en los últimos años.
