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martes, noviembre 5, 2024

Morató y J. Flandez, dos escribidores chihuahuas y mitómanos

EL AUTOR es ingeniero agrónomo, abogado, escritor y político. Reside en Nueva York.

Mitómano y mitomanía según la psicología

1 – La palabra mitómano es el adjetivo utilizado para describir a las personas incapaces de dejar de mentir, que mienten compulsivamente, que hacen de esa aberrante práctica una costumbre, sin sentir culpa alguna.  Es un trastorno psicológico que se padece de manera constante, el afectado es el mitómano, y su práctica es la mitomanía.

2 – El mitómano al igual que el narcisista, suele tener una imagen sobrevalorada de sí mismo y distorsionada de la realidad. Ellos poseen delirio de grandeza.  Con este trastorno, el mitómano se cree que es alguien superior y con mucho éxito, aunque no lo tenga, y algunos hasta llegan a pensar que son Dios. Los mitómanos cambian la realidad para que estas sean más soportables a sus vidas miserables.

3 – Un mitómano es propenso a mentir y a inventar para darse y ganar notoriedad frente a otras personas. La mitomanía no suele considerarse una enfermedad, pero sí un trastorno psicológico.  La diferencia del mitómano con las demás personas que utilizan la mentira por necesidad, radica, en que ellos mienten sin sentir culpabilidad alguna.

4 – Las personas empiezan a desarrollar este trastorno cuando su personalidad es completamente inestable y se sienten presionados por una sociedad o entorno donde buscan una vida de notoriedad a base de mentiras; es decir, los mitómanos comienzan a mentir cuando su vida se le está yendo de las manos, cuando sienten que se están derrumbando

5 – «El mitómano no tiene un plan, no va buscando nada a mediano o largo plazo, más que la admiración inmediata. Su padecimiento está asociado a ciertas condicionantes negativas de la niñez, especialmente a la baja autoestima.

6 – Mentir está ligado a varias enfermedades mentales como la demencia, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno antisocial o el trastorno bipolar. La mentira en el caso de los mentirosos patológicos es un acto inconsciente por adicción a mentir.

7 – El mitómano gusta de suplantarse en la personalidad de varias personas, así vemos a simples bachilleres como Arturo Morató creerse un sapiente, y por ello, sin el menor rubor, se atreve a criticar a eruditos como Noam Chomsky, a doctos como Andrés López Obrador (AMLO) y a los gobernantes eminencias del  continente euroasiático Vladimir Putin y Xi Jinping, mientras alaba a escorias como Mauricio Macri, Jair Bolsonaro, Iván Duque, Orlando Hernández, Sebastián Piñera, Juan Guaidó, al nefasto Grupo Lima, a la reaccionaria burguesía de la Unión europea, etc.

8 – El mitómano se cree sus propias mentiras, inventa un mundo de fantasías, donde él es el héroe, donde todos les quieren, pero aborrece el mundo real, del que se aleja más y más cada día, a la vez, que a ese mundo cierto, se le hace casi imposible regresar.  En este devenir, los hay con tal sobredosis de engaños, tan excesivos y evidentes, que quedan relegados por la sociedad a la que ellos les mienten sin cesar, tal como les está sucediendo a bocinas mercenarias como Mario Vargas Llosa, Jaime Bayly, Ricardo Alberto Montaner, Andrés Oppenheimer, Fernando del Rincón, Jorge Ramos, etc.

9 – Los mitómanos, por la constante práctica, llegan a dominar a la perfección la aberración de mentir, hasta hacer de ello una conducta habitual; de hecho, ellos elevan su práctica de mentir a la «categoría de arte».

Sobre lo escritural de los “potentes pensadores” A Morató y J Flandez

10 – Desde hace algunos años, los dos escribidores aludidos han venido publicando semanalmente en varios periódicos digitales, especialmente en “almomento.net”, artículos donde las mentiras, distorsiones y manipulaciones de la realidad, son el hilo conductor del chorro de sus ponencias escritas.

11 – Desde que la comunicación se ha hecho masiva mediante la radio, la TV, la prensa escrita, el cine, el teatro, e internet con todas sus modalidades, estas han sido utilizadas por los imperios y el comercio (el mercado), para hacer de la información una mercancía negociable con el mejor postor.  Por ello, Ryszard Kapuściński (- polaco, 1932-2007 – Periodista, traductor, fotógrafo, escritor, poeta, reportero y publicista), al observar esta aberración sentenció: “Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante”.  En otras palabras: “Cuando se descubrió el poder de la información, esta pasó a ser una mercancía negociable con el mejor postor, entonces, el compromiso de la prensa con la verdad y la obligación de transmitirla y defenderla dejó de ser el objetivo supremo del periodismo universal y local.

12 – En ese mismo tenor se expresó Joseph Pulitzer al ver el desvío que tomaba la prensa de su época: «Con el tiempo, una prensa mercenaria, demagógica, corrupta y cínica crea un público tan vil como ella misma.» Y Malcolm X al descubrir esta perversión alertó de la misma con el aforismo siguiente: «Si no estás prevenido de los medios de comunicación, estos te harán amar al opresor y odiar al oprimido.”

13 – Esta perversión de la prensa y periodistas, en nuestra República Dominicana es mayúscula.  Las mil bocinas al servicio del mejor postor, es la consumación de la dicho por Ryszard Kapuściński, Joseph Pulitzer, Malcolm X y otros.

14 – Hoy en día, el periodismo vigente es el de Joseph Goebbels (1897-1945), quien fue el ministro de propaganda del nazismo. Esta nefasta figura resaltó como narcisista, demagogo, agitador de masas, estafador y embaucador de multitudes e instigador de actos antisemitas.  Al final puso fin a su vida suicidándose.

15 – Miren ustedes el concepto de periodismo de Joseph Goebbels: “El político o la figura pública tiene que estar preparada para adecuar, deformar e incluso crear conscientemente versiones distorsionadas de los hechos y transmitirlos posteriormente a una audiencia que, si bien podía resistirse a su aceptación, terminará cediendo con la repetición de la mentira”.

“Una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”.  “Debemos mentir para influir en la sociedad”, fueron los ejes fundamentales de su doctrina para la comunicación social.

16 – Al contrario, el apóstol de la libertad de Cuba, José Martí tenía un concepto casi místico de la prensa y del ejercicio del periodismo:

“El desinterés del periodista es esencial. Aflige cobrar por lo que se piensa.

“No hay monarca como un periodista honrado”.

“La prensa es un vigía que lo desentierra todo”.

“Odio la pluma que no vale para clavar la verdad en los corazones y que no sirva para que los hombres defiendan lo contrario de lo que les manda la verdadera conciencia, que está en el honor, y nunca fuera de él”.

Arturo Morató, un chihuahua mitómano.

17 – Arturo Morató, en su artículo más reciente (07/02/2022), titulado: – “Vladimir Putin: de oso polar a perro chihuahua” – (lo correcto es chihuahua), arremetió contra el líder ruso más eficiente y capacitado de la Rusia actual y hasta del mundo.  Como es usual en todo mitómano, ese escrito está estructurado con mentiras, manipulaciones y distorsiones históricas exponencialmente groseras. Con ese escrito, – presumo – Morató quiso expresar lo siguiente:

18 – Este país (Ucrania) – escribe Morató – en su lucha contra Rusia junto a la OTAN y a los Estados Unidos, solo está haciendo acopio al derecho soberano que le asiste de elegir a qué organización mundial de protección militar puede asociarse. Obviamente, Rusia oponiéndose a este derecho, y programando invadir a Ucrania, solo está dejando claro una conducta inaceptable y de una injerencia descarada en los asuntos internos de una nación libre y soberana, etc.”.  En este párrafo, Morató habla de la injerencia rusa, olvidando la injerencia del imperio estadounidense y de los europeos en los asuntos internos de otros países.

19 – No obstante, por lo que Morató escribe, deducimos que ese derecho inalienable a Ucrania, también le asiste a Cuba, Venezuela y Nicaragua y a todos los países del mundo por igual. Pero él ni su alter ego José Flandez, no lo consideran así. Para ellos el imperio del norte “tiene impunidad y Patente de Corso” para hacer y deshacer en este mundo. Los deseos hegemónicos e imperialistas son de otros. Las mil bases militares que USA tienen alrededor del mundo, los bloqueos económicos, financieros y comerciales que esta potencia lleva a cabo contra los que quiere aplastar, las invasiones, las guerras de todo tipo, y golpes de estado a gobiernos insumisos a los mandatos de Washington, según a teoría Morató-Flandez, no son injerencias, sino, acciones por mandato divino para la paz y la convivencia pacífica de los pueblos.  De saqueo, dominación e injerencia…, nada.

20 – Lo peor todo es, que con esa bazofia de artículo, Morató incita a una guerra entre Rusia, Ucrania, la OTAN y Estados Unidos de Norteamérica.  Guerra es muerte y destrucción. Es matanza entre hermanos. La mayor muestra de salvajismo y brutalidad entre los hombres. Guerra es hambrunas, pestes, enfermedades, desplazados, mutilados, viudos, viudas, huérfanos, atraso, crueldad y todo lo macabro. La maldita guerra es un monstruo asimétrico, quienes la planifican no van a ella. En la guerra se sacrifican a los jóvenes de los barrios y familias más humildes.  La Guerra es la aberración de derrochar el dinero que serviría para educación, vivienda, salud, agropecuaria, infraestructuras, etc. Guerra es sinónimo de sufrimientos infinitos y generadora de toda gama de desgracias a los humanos y al planeta que nos acoge. ¡Por Dios, no jodais queriendo guerras; son inhumanas e inmorales!

21 – ¡Antagonismo guerreristas entre José Martí y los” politólogos empíricos” Arturo Morató y José Flandez!

“El periódico – postula José Martí – es una espada y su empuñadura la razón. Sólo deben esgrimirla los buenos, y no ha de ser para el exterminio de los hombres”. Al contrario, Arturo Morató y José Flandez, igual que el economista ingles Thomas Robert Malthus, abogan por las guerras para exterminar a los hombres que ellos consideran indeseables, o que están demás sobre el planeta.

Conclusión

A – Bajo el análisis del contenido de los párrafos precedentes, queda demostrado, que Arturo Morató y José Flandez, son dos mercenarios de la comunicación.  Dos chihuahuas mitómanos, dos pobres de espíritu, dos pobres diablos de la fortuna y del intelecto, que defienden con uñas y dientes un sistema que los explota y margina, y que lleva a la humanidad al caos total; defensa que solo se explica, cuando lo hacen personas con un cuadro clínico de baja autoestima, con vacíos existenciales rayano en lo macabro y con trastorno bipolar o antisocial; para peor, con pobre formación académica y espiritual.  Es el caso de los dos escribidores chihuahuas que nos ocupan, que pretenden con sus escritos, lograr admiración, notoriedad y respeto.  “Vanidad de vanidades”, dijo el predicador.

B – Arturo Morató y José Flandez son dos talibanes de la comunicación, dos reaccionarios recalcitrantes, con un atraso político y espiritual que da grima. Trogloditas así le hacen mucho daño a la humanidad, a ellos mismos y a los propios suyos. Por suerte, la terapia clínica y espiritual puede curar o aliviar sus trastornos.  Seria para mí una gran noticia saber que los dos acudan a ellas.  Como el humanista y revolucionario que soy, me interesa mucho su regeneració   Como  la de cualquier otro ser humano que esté en esa miserable condición existencial.

C – Si el milagro de la cura llegara a ocurrir, ya sea por terapia clínica y espiritual o por un golpe le luz, tal como le sucedió a Pablo de Tarso camino a Damasco, entonces ¡Aleluya al Señor!, para que ese día, con los nuevos hombres que serían Arturo Morató y José Flandez, podamos cantar junto al pueblo, “El himno de la Alegría”, para que seamos en el universo una “Novena Sinfonía”, en vez de tambores de guerra, y entes de odio y desarmonía entre los hombres que habitamos este planeta tierra.

El que tenga oídos, que oiga…

 

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