1 – Nuestro país, desde la fundación de la República viene afrontando el gravísimo problema de contar con un “Congreso Nacional” conformado por hombres y mujeres mayormente protervos y semianalfabetos que no responden a los intereses del pueblo ni a una democracia real. Esos “hacedores de leyes” (senadores y diputados) en la mayoría de los casos, han llegado a esa institución señalados por el dedo, como sucedía en los tiempos de Trujillo y Balaguer, o apoyados por poderes macabros que nada tienen que ver con los intereses del pueblo. Por estas razones un porcentaje significativo de ellos ha llegado a ocupar una curul en ese primer del Estado a fuerza del dinero sucio proveniente de las actividades del narcotráfico, de los juegos de azar y del lavado de activos. Otros han logrado integrarse a ese poder con las decenas o miles de millones de pesos que han obtenido robando a manos llenas cuando han sido funcionarios del Estado, y se enquistan en él, reeligiéndose buscando impunidad. Si en este punto el nombre de Félix Bautista aflora a su mente, no es por casualidad.
2 – Estas son de las muchas las razones por las cuales hemos tenido hasta la fecha un Congreso con una planilla significativa de narcotraficantes, de dueños de bancas de azar, de lavadores de activos y de individuos que se han enriquecido hasta más no poder robando los bienes del pueblo. Es decir, por las aberraciones señaladas, nuestro Congreso Nacional ha venido siendo un “santuario”, para todo tipo de mafiosos, de canallas, de gente inmoral, de gente depravada y de individuos analfabetos que no tienen ni los conocimientos mínimos para ocupar esas curules que debieran estar reservadas para los hombres y mujeres de la nación más preparado e íntegros, con vocación servicio al colectivo social de los más necesitados.
3 – Para contrarrestar esta realidad grotesca, los dominicanos que quieran tener un “Congreso Nacional” diferente al tradicional mafioso y exponencialmente macabro que nos hemos estado “chupando”, el próximo 19 de mayo, al rayar la boleta correspondiente a los senadores y diputados, debemos sopesar detenidamente por quien vamos a votar. Principalmente deben reflexionar profundamente aquellos que les toque elegir para senador del Distrito Nacional entre Omar Fernández y Guillermo Moreno.
4 – Omar representa a esos poderosos grupos mafiosos que se han hecho obscenamente multimillonarios con actividades ilícitas, entre los cuales se encuentran los enriquecidos robando del erario de este pobre país y los que han acumulado fortunas inmensas con el narcotráfico, lavado de activos y con múltiples operaciones mafiosas propias del bajo mundo. Quienes hayan seguido los juzgamientos que ha estado llevando a cabo el “Ministerio Público” a los imputados por corrupción en los gobiernos de Leonel y Danilo, saben perfectamente de lo que estoy hablando. Esos “diablones” apoyan a Omar Fernández, en consecuencia, un Omar senador, responderá a los intereses de esos depredadores, jamá al país.
5 – Al contrario, esa claque endemoniada que tiene un pasado de robo e impunidad y de burla a nuestro pueblo, adversan rabiosamente a Guillermo Moreno, porque ellos saben que este jurista, que los ha combatido frontalmente en el pasado, de llegar a senador de la República, los enfrentará nueva vez, pero en esta ocasión con más peso, dado el poder que le otorgaría el estatus jurídico de senador de la República. A ese poder que pudiera adquirir Guillermo Moreno con la curul de senador, le temen como el diablo a la cruz, los grupos que apoyan al hijo de Leonel Fernández.
6 – Es muy posible que muchas personas buenas y honestas, que tienen la intención de votar por Omar Fernández no hayan pensado en las razones negativas de esa candidatura. En política hay cosas que se ven y cosas que no se ven, siendo muchas veces las más importantes las que no se ven. Este hijo jamás se iría contra su padre. Entonces, con Omar de senador sería extremadamente difícil, sino imposible, llevar a Leonel a los tribunales para que responda ante la justicia por los diversos delitos de que se le acusan. Es decir, “Omar senador” significa, un poder al servicio de Leonel y de los personajes leonelistas y danilistas que están imputados de corrupción. Si en este punto estoy equivocado, me gustaría que usted lector, me lo haga saber, señalando las razones de su criterio al contrario a este respecto.
7 – Al calor de estas reflexiones pido a los actuales simpatizantes de Omar que reconsideren su voto por él, ya que, a lo mejor, seducidos por la figura joven, elegante y talentosa de ese candidato, y por los medios de comunicación que lo exaltan, voten por él, al no darse cuenta, de que esta candidatura encubre el peligro de ser un instrumento de Leonel y su gente; en lo que ésta senaduría constituirá un amarre muy fuerte con el poder del Estado de ese segmento político tenebroso. En consecuencia, la impunidad para ellos, en lo que atañe a Omar, quedaría automáticamente asegurada.
8 – En esta situación, las experiencias de otros pueblos pueden servirnos como referentes, para que no cometamos los mismos errores que ellos. Fue un desmadre lo que les pasó a los brasileños cuando votaron por el buen mozo Fernando Collor de Melo, y a los mexicanos cuando también votaron por el “lindo” y elegante, Enrique Peña Nieto. Recordamos, que ese voto emocional le salió muy mal a los brasileños y a los mexicanos. Esos dos presidentes fueron para sus pueblos, dos energúmenos, que gobernaron de espalda al pueblo, al servicio de los intereses de quienes con su dinero los llevaron al poder. ¿Se entiende el mensaje?
9 – Consideremos nueva vez lo que expuse en un artículo anterior: un triunfo de Omar Fernández, es un triunfo de Leonel y de esos grupos que desfalcaron el país durante sus 20 años de gobernanza. Definitivamente, seamos conscientes al votar, para que jamás lo hagamos por persona interpósita de claques que buscan con su candidato que siga la impunidad ante la corrupción asquerosamente rampante de ellos.
Después de mis palabras, a mi pueblo le dejo la palabra y el libre albedrío de votar por el candidato que entienda sería el mejor para todos los dominicanos