La obesidad sigue siendo uno de los desafíos de salud más graves en todo el mundo y a menudo se recomienda la pérdida de peso como una forma de reducir los riesgos relacionados con el exceso de peso. Pero una creciente investigación sugiere que los efectos de la pérdida de peso pueden cambiar con la edad. Durante la mediana edad, es posible que perder peso no siempre produzca los mismos beneficios para la salud que se observan en los adultos más jóvenes y, en algunos casos, también puede influir en la salud del cerebro.
En un nuevo estudio de la Universidad Ben-Gurion del Negev (BGU), los investigadores examinaron cómo la obesidad inducida por la dieta y la posterior pérdida de peso afectaban a ratones adultos jóvenes en comparación con ratones de mediana edad. En ambos grupos, la pérdida de peso restableció con éxito un control saludable de la glucosa en sangre, lo que demuestra que se producen mejoras metabólicas clave independientemente de la edad. Sin embargo, los científicos también observaron una diferencia inesperada. En ratones de mediana edad, la pérdida de peso provocó un aumento de la inflamación en el hipotálamo, una parte del cerebro implicada en la regulación del apetito, el uso de energía y otras funciones esenciales.
La inflamación cerebral plantea nuevas preguntas
Este aumento en la inflamación cerebral se detectó a nivel molecular y mediante imágenes microscópicas detalladas de la microglía (las células inmunes del cerebro). La respuesta inflamatoria duró varias semanas antes de disminuir gradualmente. Si bien los efectos a largo plazo de esta respuesta aún no están claros e incluso pueden desempeñar un papel en el logro de mejoras metabólicas, los hallazgos plantean preocupaciones importantes. La inflamación persistente o mal regulada en el cerebro se ha relacionado con problemas de memoria y afecciones neurodegenerativas como el Alzheimer. Como resultado, el estudio destaca nuevas preguntas sobre cómo la pérdida de peso durante la mediana edad puede interactuar con la salud del cerebro.
Los investigadores instan a una visión más matizada de la pérdida de peso en la mediana edad
«Nuestros hallazgos muestran que perder peso en la mediana edad no es simplemente copiar y pegar lo que funciona en la edad adulta joven», dijo Alon Zemer, MD-Ph.D. candidato y primer autor de este artículo. «La pérdida de peso sigue siendo esencial para restaurar la salud metabólica en la obesidad, pero necesitamos comprender el impacto de la pérdida de peso en el cerebro de mediana edad y garantizar que la salud del cerebro no se vea comprometida».
La Dra. Alexandra Tsitrina añadió: «Nuestro estudio caracteriza la respuesta adaptativa del cuerpo a la pérdida de peso a través de dos dimensiones complementarias: molecular y estructural. Estas imágenes de alta gama mediante microscopía avanzada y análisis de imágenes con análisis computacional avanzado permiten la detección de cambios sensibles con posibles ramificaciones para la salud».
Próximos pasos para proteger la salud del cerebro
El equipo de investigación enfatiza la importancia de realizar estudios adicionales para comprender mejor por qué esta inflamación cerebral temporal pero preocupante ocurre durante la pérdida de peso en la mediana edad. El trabajo futuro podría ayudar a los científicos a desarrollar enfoques que mantengan las ventajas metabólicas de la pérdida de peso y al mismo tiempo protejan la salud del cerebro a medida que las personas envejecen.
El estudio, titulado «La pérdida de peso agrava la inflamación hipotalámica inducida por la obesidad en ratones de mediana edad» se publicó en Gerociencia y respaldado por una subvención interna en BGU (con el Instituto Ilse Katz de Ciencia y Tecnología a Nanoescala) y subvenciones de la Fundación Binacional de Ciencias entre Estados Unidos e Israel (Subvención n.º 2021083) y la Fundación de Ciencias de Israel (Subvención n.º 194/24).



