Frente a las oficinas de la MTA, varios activistas y usuarios del sistema de transporte público de la ciudad alzaron sus voces para demostrar su malestar ante el posible incremento en las tarifas de los pasajes del metro y autobuses.
Un incremento que seria de los 2 dólares con 75 centavos que cuesta actualmente a 2 dólares con 90 centavos, algo que según dice Mayra Aldaz, afectaría a los que menos tienen.
«Es algo que, aunque parezca mínimo para las personas primordialmente inmigrantes y de color, va a afectar muchísimo, sabemos que la ciudad tiene el programa de Tarifas Justas o ‘fair fares’, pero es algo la verdad que solo alcanza a muy pocas personas que están viviendo bajo la línea de pobreza federal”, dijo Aldaz, de Riders Alliance.
Eso significa que únicamente los individuos que ganan menos de 14, 580 dólares al año, o las familias de 4 personas que perciben hasta 30 mil dólares pueden calificar para obtener las tarjetas con descuento de la MTA.
“Lo que estamos exigiendo al alcalde el día de hoy es que alce ese mínimo a 200% la pobreza de nivel federal, lo que alcanzaría a 1.7 millones de neoyorquinos que viven en la pobreza”, agregó Aldaz.
A usuarios como Pedro Valdez Rivera el dinero no alcanza ya veces dijo, debe elegir entre comer o comprar el pasaje del bus.
«El salario combinado de mi familia esta apenas sobre el nivel de pobreza federal, por lo que no calificamos para el descuento de las tarjetas para el transporte, no puede ser ya que el dinero no nos alcanza».
Este incremento de 15 centavos sería la primera alza en los pasajes desde 2015 y entraría en efecto el 4 de sep. de 2023, el Día del Trabajo. algo que según dice Mayra Aldaz, afectaría a los que menos tienen.
«Está surgido a la clase obrera que vienen siendo la clase de personas de color y lo inmigrantes», dijo Aldaz.
«Viajan de un trabajo a otro trabajo, norma pagando tres veces al día el subway o el tren ya esas personas necesitamos ayudarlas, a las personas que van a limpiar las casas, a esas personas nadie les está ayudando, y el alcalde tiene una manera de ayudar que es simplemente, poner más dinero a este programa, y expandirlo”, agregó Aldaz.
«¿Ellos hacen el sistema del metro más accesible para los que tenemos discapacidad?», se preguntó Ana María, una usuaria del metro.
«No, y así quieren subirnos los pasajes», absurdo, dijo.