La alcaldía ha informado que la academia Saint Jones Villa en Staten Island será utilizada como un nuevo centro para inmigrantes solicitantes de asilo.
Esta escuela, que ha estado vacía durante años, se encuentra justo enfrente de otra escuela católica para niñas, la St. Joseph Hill.
Se espera que el nuevo centro abra a finales de esta semana con capacidad para 300 personas y en el cual solo se albergarán familias.
Por otro lado, las instalaciones que fueron abiertas en Randall Island tienen capacidad para 3000 personas y esperan recibir entre 300 y 350 para finales del día.
Precisamente Luis Alfredo Ramírez frecuenta esta zona y dice que está de acuerdo con la llegada de inmigrantes mientras se apeguen a las leyes.
«Yo creo que pueden venir a este lugar respetando las normas, las leyes. Como hay leyes acá, como no estar haciendo desorden en las calles», dijo Ramírez.
Y también cree que se debe de seleccionar bien los lugares donde se instalan los albergues.
«Está bien que hagan albergues pero fuera de las canchas de donde la gente se viene a recrear», agregó Ramírez.
Según manifestaron las autoridades el otro centro que fue abierto en Creedmor en la actualidad cuenta con 900 personas cerca de su capacidad máxima de 1000.
Una parte del Consejo municipal pidió a un juez de la Corte Suprema del estado que permita que la ciudad emita un decreto para limitar la cantidad de migrantes a lo que se debe brindar refugio en toda la ciudad.
Protestas se han estado realizando en varios vecindarios, la más reciente en Floyd Bennett Field en Brooklyn para protestar ante el plan de la gobernadora de crear otro centro para 2500 inmigrantes adultos.
Otras personas coinciden que la ciudad debe de planificar de mejor manera las nuevas aperturas.
«La ciudad debe de planificar bien lo que está haciendo para que no hayan contratiempos ni cosas negativas», dijo Juan Feliz.
Y siempre tener en cuenta la seguridad de los que viven en estos vecindarios, especialmente los menores.
«Bueno lo que yo creo que se le debe de hacer un ‘antecedentes’ a la persona para así determinar que no sean un peligro para la ciudadanía de este país», agregó Feliz.
Feliz.
Y es que una de las quejas más frecuentes entre los residentes de estos vecindarios es que no saben qué tipo de personas están llegando y cuáles son los antecedentes que estos tienen.