En España hay cerca de 4 millones de hipotecados a tipo variable que llevan meses notando en sus bolsillos las decisiones de política monetaria que se toman en Fráncfort. Tras la última subida de tipos en Europa –el Banco Central Europeo anunció el jueves pasado una subida de 25 puntos básicos-, el euríbor cerró la semana superando el nivel del 4%.
En concreto, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en nuestro país llegó el viernes pasado en su tasa diaria al 4,020%, un nivel que no se vio desde el año 2008 y que se ha vuelto a superar estos últimos días al llegar al 4,082%. Este incremento ha vuelto a reabrir el debate y las dudas de muchos hipotecados que se preguntan qué nivel puede alcanzar el euríbor. ¿Seguirá subiendo?
Lo cierto es que está preguntando está en el aire desde que en marzo del año pasado el índice dejará atrás las cotas negativas en las que llevaba instalado desde el 2016. Un escenario anómalo de tipos negativos -durante más de una década- que ya hemos olvidado y que, previsiblemente, no volverá ni en el corto ni en el medio plazo.
“Los consumidores deberían esperar un euríbor cercano al 4% para lo que queda de año y también para el 2024. En la medida en que la subyacente inflación vaya bajando -esto depende, principalmente, de los salarios-, podremos ver a finales de 2024 una bajada de tipos”, explica Josep Pratsgestor de Abante Calidad Europea.
La escalada de la inflación hizo que el antes de Cristo empezara a endurecer su politica monetaria en junio del año pasado. Se ponía fin así a once años de ‘dinero gratis’ con el objetivo de controlar la inflación y situarla en el entorno del 2%. Y, aunque hay voces y analistas que hablan de que puede ser el momento en el que todos nos acostumbremos a convivir con inflaciones más altas, la institución sigue esperando que vuelva a situarse pronto en el objetivo del 2% a medio plazo, por lo que , en Europa, de momento, tenemos que esperar mas subidas de tipos.
El BCE, en su comunicado, habló de que los tipos van a ser lo suficientemente restrictivos para llevar la inflación a donde quieren. ¿Dónde se sitúa ahora? Los últimos datos publicados por Eurostat han sorprendido muy positivamente. La en la zona euro ha caido 9 décimas en el mes de mayo, hasta el 6,1% interanual, muy lejos de los máximos de casi el 11% de hace unos meses. Por su parte, la subyacente inflaciónque excluye alimentos frescos y energía, también ha caído desde el 5,6%, al 5,3%, y encadena así dos meses consecutivos de descensos moderados.
Desde el organismo que dirige cristina lagarde se mostró algo más pesimistas respecto a donde estan los precios este año y los próximos ejercicios, al empeorar ligeramente sus estimaciones. Así, hablaron de una inflación general del 5,4% en 2023 y del 3% en 2024, mientras que esperan que la subyacente se situé en el 5,1% este año y que baje al 3% en 2024, para llegar al 2 ,3% en 2025.
En este escenario, ¿Qué debe tener en cuenta el consumidor para sacarle el máximo partido a su dinero? El incremento del euríbor nos lleva, inevitablemente, a pensar primero en la hipoteca. De hecho, esta tendencia alcista de este índice ha hecho que el mercado de créditos hipotecarios se haya ido dando la vuelta en los últimos años y que ahora se firmen más hipotecas a tipo fijo.
En el año 2016, el 78% de las hipotecas constituidas se hacían a tipo variable, frente al 22% que eran a tipo fijo. En 2022, los porcentajes han sido bien distintos: 68,5% a tipo fijo, frente al 31,5% a tipo variable. Y esto último se está manteniendo este año: en abril, según datos del INE, el 61,3% de las hipotecas constituidas sobre viviendas se hicieron a tipo fijo, frente al 38,7% que fueron a tipo variable.
¿Hay que fijarse solo en el euríbor? Al pensar qué tipo de hipoteca nos conviene o si deberíamos ahora amortizar parte de esta para pagar menos intereses, debemos mirar más allá y no quedarnos únicamente con el dato de este índice. Para asegurarnos de que estamos tomando la mejor decision, siempre es recomendable hacer una ejercicio de planificacion financieraponer todas nuestras finanzas e inversiones en perspectiva, tenemos una proyección de nuestros ingresos y gastos, y ver qué objetivos personales para, así, poder ver qué es lo que más nos conviene.
Si, por ejemplo, estamos pensando en cancelar parte de la deuda porque contamos con suficiente liquidez, deberíamos analizar si nos conviene más invertir ese dinero en lugar de uso para amortizar parte del préstamo. Si podemos obtener una rentabilidad que iguale o supere el coste de financiación, lo más sensato, en general, es no amortizar la hipoteca e invertir ese dinero.
En este sentido, debemos tener en cuenta que la subida de tipos es buena para el ahorro y peor, como estamos viendo, para las deudas porque se encarece el coste de financiación. La subida del precio del dinero está haciendo que volvamos a tener productos de inversion mas conservadores con rentabilidades razonables. Eso es algo que hemos visto este año con el furor -y las colas- que ha habido por las letras del tesoroy que se ha dejado sentir esta semana en las jornadas financieras que organiza cada verano la Asociación de Periodistas de Información Económica, con el debate y las diversas declaraciones sobre si la banca debería ya empezar a remunerar por los depósitos.
¿En qué producto de inversión me conviene invertir? Para los inversores conservadores, que los productos con menos riesgo -desde las letras del Tesoro, pasando por los fondos monetarios y de renta fija– den rentabilidades cercanas al 3% es una buena noticia, pero siempre hay que pensar si esa es la rentabilidad que realmente necesitamos. Si hacemos un ejercicio de reflexión personal y cuantificamos qué objetivos tenemos, de qué plazo disponemos y cuál es nuestro perfil de riesgo, veremos si estamos invirtiendo en los productos que realmente necesitamos o si, en este entorno de mercado, podemos asumir más riesgo con nuestras inversiones.