El miércoles, el editor de The Mirror admitió haber recopilado ilegalmente información sobre Harry en un caso y se disculpó. Sin embargo, la editorial negó que sus periodistas piratearan los mensajes de correo de voz de Harry y dijo que había pasado demasiado tiempo desde las intrusiones, lo que debería impedir que el caso continuara. Piers Morgan, el presentador de televisión que fue editor de The Mirror durante algunos de los años que involucra el juicio, también ha negado haber actuado mal.
Harry tiene otras dos demandas contra tabloides británicos relacionadas con la recopilación de información ilícita: una es contra el editor de The Daily Mail y The Mail on Sunday, e involucra a otros demandantes, incluido el cantante Elton John y las actrices Sadie Frost y Elizabeth Hurley. La otra demanda es contra el editor de The Sun, propiedad de Rupert Murdoch. Ambos editores niegan las acusaciones y han pedido que se desestimen los casos. Se espera una sentencia en los próximos meses.
¿Cuál es el objetivo de Harry?
Para el príncipe, se trata de algo más que dinero. Harry comparó la cobertura de los tabloides de Meghan, la duquesa de Sussex, con el trato que dieron a su madre, la princesa Diana, quien murió en un accidente automovilístico en 1997 mientras era perseguida por paparazzi. En sus memorias reveladoras, «Spare», publicadas en enero, Harry describió el trauma que le ha causado la intrusiva cobertura de los tabloides.
La demanda de Harry contra News Group Newspapers, el editor de The Sun, alega que, además de la piratería telefónica, la organización obtuvo ilegalmente información como sus registros médicos. El actor Hugh Grant, que compareció ante el tribunal en abril, también está iniciando una acción legal por separado contra The Sun por presuntamente contratar investigadores privados para irrumpir en su casa.
¿Está involucrado el príncipe William?
En una presentación legal en abril, Harry reveló que News Group Newspapers pagó a su hermano William, el heredero al trono, una “enorme suma de dinero” en 2020 para resolver las denuncias de que sus periodistas piratearon su teléfono celular. El pago era parte de un «acuerdo secreto» entre el editor y la familia real, en el que la familia aplazaría los reclamos legales contra la compañía y evitaría el espectáculo de tener que testificar sobre detalles vergonzosos de sus mensajes de correo de voz interceptados, según la presentación. .
