1 – Desde hace semanas estoy mirando que en los supermercados no aparece la yuca producida en nuestro país, en cambio, si hay una que es importada de algún país de Centro o Sudamérica. Por mi interés de consumir lo nuestro, pregunto: ¿por qué no tienen a la venta la yuca nuestra? La respuesta me dejó frío. No vendemos la yuca dominicana, principalmente la mocana, porque las amas de casa no la quieren comprar debido a la cantidad de tierra fangosa que tienen adherida, por lo que, lavarlas, resulta para esas señoras, un esfuerzo y mucha incomodidad, en cambio, la yuca importada viene limpia, libre de tierra, hasta encerada, por lo que constituye una mercancía más atractiva que la nuestra.
2 – Como dije anteriormente, me sorprendieron las explicaciones que me dieron, para no poner en venta la yuca dominicana en los supermercados, para peor, muchas veces en la calle las amas de casa tampoco la compran, por las mismas razones.
3 – En verdad, esa actitud deleznable de algunos de los productores dominicanos de yuca, me ha motivado a escribir este pequeño artículo. Es indignante que ellos mismos conspiren contra la comercialización de su producto, ungidos por la codicia y falta de ética en ese quehacer de sus vidas. Es que se han dejado permear por la corrupción de la codicia, la cual ha hecho metátesis en todos los extractos sociales que integran nuestra nación. Yo he visto algunos videos en YouTube, donde un agricultor vacía sacos de tierra sobre la yuca a vender para aumentar el peso de ellas, cosa que hacen para obtener más dinero en la venta. A este grado de degradación y miseria humana, hemos llegado.
4 – Hago esta denuncia y observación, con el correspondiente reproche, con el fin de que las mismas sirvan para corregir esta sucia e inmoral vagabundería, la que al final, de seguir, solo dará frutos de mala muerte, al productor y al país.
A mis lectores y a los productores de yuca, les dejo la palabra.