Al menos déjalo por el equipo de especialistas de “Boy Kills World”, una estúpida película de acción que les da a algunos actores extremadamente en forma (incluido su estrella de cuerpo duro Bill Skarsgard) la oportunidad de hacer alarde de sus habilidades físicas. A juzgar por todos los gruñidos, los músculos tensos y el sudor en cascada, Skarsgard, junto con algunos de sus ágiles compañeros de reparto y un ejército de especialistas, se esfuerza seriamente para tratar de hacer que los implacables golpes y aplastamientos, los azotes y la muerte verse bien. Lástima que los realizadores fueran incapaces de hacer lo mismo.
Ambientada en un infierno distópico, la historia se centra en Boy (Skarsgard), un dínamo con ojos de platillo y una historia poco interesante que no puede oír ni hablar. Érase una vez, por razones que se desentrañan laboriosamente, aterrizó en la jungla, donde fue acogido por un cuidador castigador, el Chamán. Este gato es interpretado con muchas muecas por el fenómeno de las artes marciales indonesio Yayan Ruhian, de las películas “Raid”. Ruhian también aparece en “John Wick: Capítulo 3 – Parabellum,» cual no es buenopero sigue siendo mejor que “Boy Kills World” porque fue realizada por personas que saben cómo mostrar las peleas de acrobacias.
«Boy Kills World», por el contrario, socava constantemente sus acrobacias con una realización cinematográfica frustrante y torpe. Una y otra vez, la cámara frenética se acerca demasiado cuando debería ampliarse, convirtiendo los cuerpos en un revoltijo caótico de partes, y la sobreedición entrecortada empeora las cosas. No estoy seguro de qué pensaba el director Moritz Mohr que estaba haciendo aquí. (Sam Raimi es uno de los productores). Tampoco está claro por qué alguien se molestó siquiera en inventar una historia para Boy, porque el único punto de esta ridiculez es ver a Skarsgard flexionar sus brazos esculpidos y recibir una gran cantidad de castigo brutal para que él puede repartir más. Enjuague, repita.
La historia involucra, sí, una misión de venganza con la que los realizadores se preocupan al alternar entre el pasado y el presente, pero que principalmente encuentra a Boy cazando a una déspota de dibujos animados (Famke Janssen) y sus secuaces (Jessica Rothe, Michelle Dockery, Brett Gelman). Andrew Koji también aparece como compañero de Boy, a quien Skarsgard interpreta como una inocente máquina de matar. Como lo hizo en “Eso,” el actor hace un uso astuto del blanco de sus ojos, convirtiéndolos en faros que llaman la atención. Eso es comprensible dado que otro actor (H. Jon Benjamin, de “Bob's Burgers”) proporciona la voz interna de Boy usando un dron de tipo duro supuestamente divertido. Este truco envejece rápidamente, al igual que la película, incluso cuando su héroe y sus ideas siguen sin estar bien fundamentadas.
Niño mata al mundo
Clasificación R para películas de acción, peleas y asesinatos. Duración: 1 hora 55 minutos. En los cines.