A partir del martes, la ciudad comenzará a imponer restricciones a los alquileres de vivienda a corto plazo lo que podría hacer que los visitantes se mantengan alejados de reservas en plataformas como Airbnb.
Los anfitriones de estas unidades deberán registrarse en una oficina especial de la alcaldía que se encargará de verificar que cumplan con las normas.
La ley prohibirá que las plataformas de servicios de reserva como Airbnb, Vrbo y Booking.com procesen transacciones de alquileres a corto plazo no registrados.
Las nuevas reglas incluyen que no más de dos huéspedes que paguen puedan alojarse en una de estas unidades a la vez.
Los anfitriones también deberán estar presentes mientras se alquilan sus propiedades.
Los anfitriones y los visitantes deben dejar las puertas dentro de la propiedad abiertas para que los ocupantes puedan acceder a toda la unidad.
Actualmente, alrededor de 7,500 unidades no cumplen con los requisitos para solicitar una licencia, según la firma de análisis de mercado AirDNA.
La ciudad sostiene que la nueva ley es necesaria para acabar con las operaciones de alquiler ilegales que someten a los huéspedes a malas condiciones.
Declaración atribuible a Theo Yedinsky, Director de Política Global de Airbnb:
«Desde hace mucho tiempo, nuestro objetivo ha sido trabajar con la ciudad de Nueva York para crear una normativa sensata sobre el uso compartido de viviendas para nuestra comunidad de anfitriones, y durante la mayor parte de la última década, hemos trabajado duro para encontrar un camino a seguir.
Las nuevas normas de alquiler a corto plazo de la ciudad de Nueva York son un duro golpe para su economía turística y para las millas de neoyorquinos y pequeñas empresas de los barrios periféricos que dependen del uso compartido de la vivienda y del dinero del turismo para llegar un fin de mes. La ciudad está enviando un mensaje claro a millones de visitantes potenciales que ahora tendrán menos opciones de alojamiento cuando visiten Nueva York: no sois bienvenidos.»
AntecedenteNormativa de Nueva York
Las normas de alquiler a corto plazo de Nueva York la convierten en un caso atípico y contrastan fuertemente con muchas ciudades del país, como San Diego y Seattle, que han promulgado normas justas y equilibradas sobre el alquiler a corto plazo.
Airbnb tiene un historial de colaboración con gobiernos de todo el mundo para establecer normas justas que protejan el uso compartido de la vivienda y tengan en cuenta los objetivos únicos de cada comunidad.
Lamentablemente, a pesar del ejemplo dado por otras ciudades y de nuestro esfuerzo de años para alcanzar un compromiso, la ciudad de Nueva York aprobó una ley y nuevas normas que crean una prohibición de facto de los alquileres a corto plazo.
A fecha del 25 de julio, la OSE ha recibido 1.632 registros de anfitriones y sólo ha aprobado 141.
