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El líder norcoreano Kim Jong Un parece estar en un tren rumbo a Rusia, informaron el lunes varios medios de comunicación surcoreanos citando a funcionarios del gobierno, para una posible reunión con el presidente ruso Vladimir Putin.
Ni Rusia ni Corea del Norte han confirmado oficialmente la reunión, pero, según informes, Putin llegó a la ciudad de Vladivostok, en el este de Rusia, el lunes, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, según la televisión estatal Rusia 24.
Los últimos informes de los medios se producen después de que funcionarios estadounidenses advirtieran la semana pasada que se espera que Kim y Putin se reúnan a medida que avancen las negociaciones sobre armas entre sus dos países, aunque no se ha dado una fecha o lugar específico para esta posible reunión.
Si la visita se lleva a cabo, sería el primer viaje de Kim al extranjero desde la pandemia de Covid-19. Con sus fronteras selladas debido a esto durante gran parte de los últimos tres años, Corea del Norte ha comenzado recientemente a relajar las restricciones de viaje.
También sería solo el décimo viaje de Kim desde que asumió el poder en 2011. Todos ellos se produjeron en 2018 y 2019, cuando el líder norcoreano participó en negociaciones sobre sus programas de armas nucleares y misiles en tres reuniones con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, una en Singapur, uno en Hanoi y otro en la zona desmilitarizada (DMZ) que separa Corea del Norte y Corea del Sur.
Kim también realizó cuatro viajes a China durante esos dos años para reunirse con el líder chino Xi Jinping, y se reunió una vez con Putin en Vladivostok en abril de 2019. El viaje restante fue a la DMZ en 2018 para reunirse con el entonces presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in.
Vladivostok se encuentra a 130 kilómetros (80 millas) de la frontera con Corea del Norte.
Se dice que el líder de Corea del Norte prefiere viajar en un tren blindado de lujo –como lo hizo su padre antes que él–, pero los viajes en tren representan menos de la mitad de sus viajes al extranjero. Tres de estos nueve viajes se han realizado en avión y dos, ambos a la DMZ, en coche.
El ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, también visitó Pyongyang en julio en un intento de convencerlo de que vendiera municiones de artillería.
El martes pasado, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió que Corea del Norte “pagará un precio” si cierra un acuerdo de armas con Rusia, aunque no dio más detalles sobre estas posibles repercusiones.
Corea del Norte ya está bajo sanciones impuestas por las Naciones Unidas y Estados Unidos por el programa de armas de destrucción masiva de Pyongyang.
La posible reunión Putin-Kim podría llevar a Pyongyang a hacerse con el tipo de armas a las que esas sanciones le han prohibido acceder durante dos décadas, especialmente para su programa de misiles balísticos con capacidad nuclear.
También se produce después de que más de un año y medio de guerra en Ucrania haya dejado al ejército ruso maltratado, agotado y necesitado de suministros.
