Con las manos atadas, Philip Meyers fue sacado del cuartel 68 el lunes.
El residente de Brooklyn enfrenta cargos en relación con el asesinato de John Sarquiz.
“Es lamentable, porque ambas partes digamos, si él anda, lo hizo, quizás consciente o no consciente, es él. Hay familias que están también cumpliendo”, dijo Alex Cortez.
Afuera de la bodega, un memorial con velas encendidas y fotos de la víctima aún permanece en la intersección de la avenida 13 y la calle 73 donde ocurrió el ataque.
Meyers es acusado de golpear a la víctima y robarle dinero el 29 de marzo, alrededor de las 8 de la noche.
Sarquiz murió a causa de sus heridas unos días después.
Wendy Guinea trabaja en una tienda no muy lejos de donde ocurrió el ataque y se enteró por sus compañeros de trabajo.
“No está lejos, queda cerca de nosotros. Entonces uno se preocupa por las cosas que pasan, se siente inseguro”, dijo Wendy.
Tanto la víctima como el acusado viven a menos de dos cuadras de esta tienda.
Los investigadores dicen que Meyers tiene muchos arrestos anteriores.
“No es bueno que una persona anda suelta que puede hacer otro crimen, pues entonces para mí está bien que lo hayan capturado”, agregó Cortez.
Ahora la gente en este vecindario está un poco más aliviada tras la última actualización del caso del que aún permenece bajo investigación.
“Ya no se siente ya seguro, que ya se siente como que si hay justicia. Si hay leyes que gobiernen nuestra vida, o sea, nos ayudan para no sentirnos inseguros”, agregó Wendy.
La familia de la víctima agradece hoy a la policía por su trabajo. Mientras tanto, el sospechoso ha sido acusado de asesinato y robo.
