WASHINGTON — Una Corte Suprema dividida salió el jueves al rescate de los republicanos de Texas, permitiendo que las elecciones del próximo año se celebren bajo el plan estatal de redistribución de distritos electorales para el Congreso, favorable al Partido Republicano e impulsado por el presidente Donald Trump, a pesar de un fallo de un tribunal inferior que indica que el mapa probablemente discrimina por motivos de raza.
Con la mayoría de los jueces conservadores, la corte actuó una petición de emergencia de Texas para una acción rápida, ya que la clasificación en los nuevos distritos ya ha comenzado, con elecciones primarias en marzo.
La orden de la Corte Suprema suspende el fallo de 2 a 1 que bloquea el mapa, al menos hasta que el tribunal superior emita una decisión final sobre el caso. El juez Samuel Alito había bloqueado previamente la orden temporalmente mientras el pleno del tribunal consideraba la apelación de Texas.
Los jueces cuestionaron la conclusión del tribunal inferior de que la raza influyó en el nuevo mapa, afirmando en una declaración no firmada que los legisladores de Texas tenían «objetivos abiertamente partidistas».
En su opinión discrepante, la jueza Elena Kagan escribió en nombre de los tres jueces liberales que sus colegas no deberían haber intervenido en este momento. Al hacerlo, escribió, «se garantiza que muchos ciudadanos de Texas, sin una buena razón, estén ubicados en distritos electorales debido a su raza. Y ese resultado, como este Tribunal ha declarado año tras año, constituye una violación de la Constitución».
Luz verde a más redistribuciones
El voto del Tribunal Supremo «da luz verde a que se producirn aún más redistribuciones de distritos y un mensaje contundente a los tribunales inferiores para que se mantengan al margen», escribió Richard Hasen, experto en derecho electoral de la facultad de derecho de la Universidad de California en Los Ángeles, en el Blog de Derecho Electoral.
Los jueces han bloqueado fallos anteriores de tribunales inferiores en casos de redistribución de distritos del Congreso, los más recientes en Alabama y Luisiana, que se produjeron varios meses antes de las elecciones.
El mapa del Congreso de Texas, promulgado el verano pasado a instancias de Trump, fue diseñado para otorgar a los republicanos cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes.
El esfuerzo por preservar una escasa mayoría republicana en la Cámara de Representantes en las elecciones del próximo año desencadenó una batalla nacional por la redistribución de distritos. Texas fue el primer estado en cumplir con las exigencias de Trump en lo que se ha convertido en una creciente batalla nacional por la redistribución de distritos. Los republicanos diseñaron el nuevo mapa del estado para otorgarle al Partido Republicano cinco escaños adicionales, y Misuri y Carolina del Norte siguieron con nuevos mapas que sumaron un escaño republicano cada uno. Para contrarrestar estas medidas, los votantes de California aprobaron una iniciativa electoral para otorgar a los demócratas cinco escaños adicionales allí.
Los mapas rediseñados encaran impugnaciones
Los mapas rediseñados enfrentan impugnaciones judiciales en California y Missouri. Un panel de tres jueces permitió que el nuevo mapa de Carolina del Norte se utilizara en las elecciones de 2026.
La administración Trump ha interpuesto una demanda para bloquear los nuevos mapas de California, pero solicitó a la Corte Suprema que mantenga vigentes los distritos rediseñados de Texas.
Los jueces están considerando por separado un caso de Luisiana que podría limitar aún más los distritos basados en la raza bajo la Sección 2 de la Ley de Derecho al Voto. No está claro cómo la actual ronda de redistribución de distritos se vería afectada por el resultado del caso de Luisiana.
El Fiscal General de Texas, Ken Paxton, afirmó que la orden de la Corte Suprema «defendió el derecho fundamental de Texas a trazar un mapa que garantiza nuestra representación republicana». Denominó la ley de redistribución de distritos «el Gran Mapa Hermoso».
«Texas está allanando el camino para recuperar nuestro país, distrito por distrito, estado por estado», declaró Paxton. «Este mapa refleja el clima político de nuestro estado y es una gran victoria para Texas y para todos los conservadores que están cansados de ver a la izquierda intentar desestabilizar el sistema político con demandas fraudulentas».
En el caso de Texas, los jueces de distrito estadounidenses Jeffrey V. Brown y David Guaderrama concluyeron que el plan de redistribución de distritos probablemente diluye el poder político de los votantes negros y latinos, en violación de la Constitución. Trump nombró a Brown en su primer mandato, mientras que el presidente demócrata Barack Obama nombró a Guaderrama.
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