José Navarro atiende en una bodega en Sunset Park, Brooklyn y aunque no está obligado a separar la basura orgánica de los plásticos y demás desperdicios lo hace una conciencia por el bienestar del planeta.
«Está bien, todos podemos hacer un tiempecito para sacarla, separarla, ‘so’ no es tan complicado», dijo Navarro. «Lo que pasa es que nosotros nos complicamos la vida por cualquier cosita y eso no es tan difícil de hacer. Después que sea todo para ayudar al medio ambiente está bien, realmente ahora mismo el medio ambiente está bien deteriorado».
La ley aprobada el jueves por la legislatura municipal exigirá obligatoriamente a los neoyorquinos a separar los desechos orgánicos de la basura común para convertirla en abono.
Se trata de un plan más ambicioso que el actual programa para separar los desechos orgánicos, creado por el alcalde Erik Adams, que únicamente es voluntario para los residentes de la ciudad.
Esta nueva ley entrará en efecto para todos los más de 8. 8 millones de neoyorquinos en abril de 2025.
Venancio Valerio trabaja en un restaurante en Manhattan y dice que ya está acostumbrado a separar la basura: restos de comida como frutas, vegetales, carne, huesos y lácteos, van a un contenedor marrón.
“Pues a nosotros sí nos obligan en el restaurante, nos obligan a que separemos la basura”, dijo Valerio. «Tenemos el bote de los plásticos, el bote de la basura, o sea, que digamos la basura general y la basura orgánica, que son los vegetales, comida que es para la basura, cada cosa en su lugar».
Con el programa “Cero desperdicios”, la ciudad pretende crear más plantas procesadoras de los desechos orgánicos para convertirlos en abono. Por ahora las más de 8 millones de libras de desechos orgánicos, que también incluyen plantas, hojas de árboles, ramas y pasto, son enviadas para su transformación a sitios en NJ, Massachusetts y Green Point, Brooklyn.
La mayor parte de los desechos orgánicos de la ciudad que terminan en los botaderos o rellenos de la ciudad, producen gas metano dañino para el medio ambiente.
El mandato de ley comenzará a partir del 30 de junio en el condado de Queens y ya obligatoriamente para todos los residentes de la ciudad de NY a partir de abril de 2025.
