El atleta invidente venezolano Óscar David Herrera, diploma en los Juegos Paralímpicos de Londres 2012, nunca imaginó que tendría que vivir en la calle cuando emigró a EE.UU. y, a pesar de los infortunios, su espíritu «luchador» lo empuja a sobreponerse e incluso a soñar con volver a ser olímpico.