Los dispositivos de cocina que incorporan impresoras tridimensionales (3D), láseres u otros procesos controlados por software pronto pueden reemplazar a los aparatos de cocina convencionales, como hornos, estufas y microondas. Pero, ¿querrá la gente usar una impresora 3D, incluso una con un diseño tan hermoso como una cafetera de alta gama, en los mostradores de su cocina para calibrar los micro y macronutrientes exactos que necesitan para mantenerse saludables? ¿La impresión 3D de alimentos mejorará la forma en que nos alimentamos? ¿Qué tipo de obstáculos deberán superarse para comercializar dicha tecnología? Los investigadores exploran los beneficios y los inconvenientes de la tecnología de alimentos impresos en 3D, cocinando alimentos impresos en 3D con láser como parte del sistema, cómo los alimentos impresos en 3D se comparan con los alimentos «normales» que comemos y el panorama futuro de nuestras cocinas.
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Cariño, la impresión 3D, quiero decir, el postre, ¡está lista!
