La historia, por supuesto, ya se había hecho: Carlos ascendió al trono tras la muerte de la reina. Pero la coronación santifica el gobierno de un monarca y, a través de una celebración nacional, pretende vincular al soberano con el pueblo.
Si la coronación de Isabel fue uno de los primeros eventos mediáticos del mundo, sus imágenes en blanco y negro transmitidas globalmente por la BBC, esta fue la primera coronación de la era digital, compartida por los espectadores en Instagram, TikTok, Twitter y Facebook.
“Simplemente estoy intrigada”, dijo Zoë Boyce, de 24 años, mientras esperaba sobre una manta en un parque con una amiga, Sarah Chappell, de 23. La Sra. Boyce insistió en que “no era una gran admiradora” de la monarquía, pero dijo: “Creo que puedes apreciarlo sin apoyarlo”.
«Es solo un día en la historia, ¿no?» añadió la Sra. Chappell.
Había notas discordantes. Horas antes de que comenzara el servicio, la policía arrestó al líder del movimiento republicano más destacado de Gran Bretaña, Graham Smith, y a otras personas que habían planeado protestar en Trafalgar Square, a lo largo de la ruta de la procesión.
El Sr. Smith dijo la semana pasada que los antimonárquicos corearían y blandirían pancartas que decían “No es mi rey”, pero que no interrumpirían el proceso. Sin embargo, la policía, armada con una nueva ley muy disputada que les permite tomar medidas enérgicas contra las manifestaciones, detuvo al Sr. Smith y a otros, mucho antes de que apareciera Charles.
A medida que se difundió la noticia de los arrestos, otros manifestantes se arremolinaron inquietos fuera del área acordonada alrededor de Trafalgar Square.
