Un nuevo estudio investiga cómo un pariente marsupial carnívoro extinto con caninos tan grandes que se extendían por la parte superior de su cráneo podría cazar de manera efectiva a pesar de tener los ojos muy abiertos, como una vaca o un caballo. Los cráneos de los carnívoros suelen tener cuencas oculares u órbitas orientadas hacia adelante, lo que ayuda a permitir la visión estereoscópica (3D), una adaptación útil para juzgar la posición de la presa antes de atacar. Los científicos estudiaron si el ‘dientes de sable marsupial’ Thylacosmilus atrox podía ver en 3D.
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