«Un error de cálculo, una falta de comunicación, un error podrían conducir a lo impensable: un conflicto regional a gran escala que sería devastador para todos los involucrados y el resto del mundo», dijo Guterres al Consejo de Seguridad de la ONU. «El momento de máximo peligro debe ser un momento de máxima moderación».
Pero el Primer Ministro Benjamín Netanyahu ha dicho que Israel no cederá ante la presión externa. Declaró el miércoles, tras reunirse con los ministros de Asuntos Exteriores británico y alemán, que Israel «hará todo lo necesario para defenderse» y que «tomaremos nuestras propias decisiones.”
Los líderes iraníes han prometido en los últimos días contraatacar aún más enérgicamente a Israel si éste ataca a Irán. El mayor general Ahmad Haghtalab, comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica a cargo de proteger los sitios nucleares de Irán, dijo el jueves que si Israel atacara uno de esos sitios, «las manos están en el gatillo» para atacar las instalaciones nucleares israelíes, según a los medios de comunicación estatales iraníes.
Las crecientes tensiones entre Israel e Irán se produjeron mientras el Consejo de Seguridad de la ONU sopesaba el jueves si respaldar un intento palestino de convertirse en un estado miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas.
Los Estados Unidos vetó la medida, emitiendo el único voto en contra en el Consejo de 15 miembros. Doce naciones votaron a favor y dos se abstuvieron.
Un “no” de cualquiera de los cinco miembros permanentes detiene cualquier acción del Consejo de Seguridad. Entre esos cinco, Francia, Rusia y China votaron a favor de la resolución para elevar el estatus de los palestinos y Gran Bretaña se abstuvo.
En las Naciones Unidas se concede actualmente a Palestina la menor estatus de observadorcomo la Santa Sede.
Pero con más de 33.000 palestinos muertos en la ofensiva militar de Israel en Gaza, según funcionarios de salud locales, y muchos más sin hogar y sufriendo hambre extrema, algunos argumentan que el reconocimiento de un Estado palestino por parte de la ONU hace tiempo que debería haberse hecho. La presión por el reconocimiento también se produce en momentos en que Israel está ampliando sus asentamientos en la ocupada Cisjordania.
El gobierno de Israel se opuso firmemente a la resolución de la ONU y su Ministro de Relaciones Exteriores, el Sr. Katz, la calificó de “propuesta vergonzosa”.
